El PCI para los jóvenes
Pier Paolo Pasolini
(Traducción encontrada en la web.)
Es triste. La polémica contra
el PCI se hacía la primera mitad
de la década pasada. Llegáis tarde, hijos.
Y no tiene ninguna importancia si entonces aún no habíais nacido...
Ahora los periodistas de todo el mundo (también
los de la televisión).
os lamen (como creo que aún se dice en el lenguaje
de la Universidad), el culo. Yo no, amigos.
Tenéis caras de hijos de papá.
Buena raza no miente.
Tenéis el mismo ojo malvado.
Sois miedosos, inciertos, desesperados
(muy bien) pero también sabéis cómo ser
prepotentes, chantajistas y seguros:
prerrogativas pequeño burguesas, amigos.
¡Cuando ayer en Valle Giulia os habéis pegado
con los policías,
Yo simpatizaba con los policías!
Porque los policías son los hijos de los pobres.
Vienen de periferias, sean rurales o urbanas.
Por lo que me concierne, conozco bastante bien
su modus vivendi infantil y adolescente,
las preciosas mil liras, el padre aún chico
como consecuencia de la miseria, que no da autoridad.
La madre encallecida como un mozo de cuerda, o tierna,
por alguna enfermedad, como un pajarito;
Tantos hermanos, la casucha
entre los huertos con salvia roja (en terrenos
ajenos, lotizados); más pobres
en las cloacas; o apartamentos en grandes
bloques de pisos populares, etcétera, etcétera.
Mirad como los visten: como payasos, con ese tejido áspero que huele a rancho,
furriel y pueblo. Lo peor de todo, naturalmente,
es el estado psicológico en que los han dejado
(por cuarenta mil liras al mes)
sin más sonrisa,
sin más amistad con el mundo,
separados,
excluidos (en una exclusión sin igual)
humillados de la pérdida de la condición humana
por la de policías (ser odiados provoca odio).
Tienen veinte años, vuestra edad, queridos y queridas.
Obviamente, estamos de acuerdo en ir contra la institución policial,
pero tomadla contra la magistratura, ¡ya veréis!
Los chicos policía
a los que por sacra delincuencia (de electa tradición
resurgimental)
de hijos de papá habéis bastoneado,
pertenecen a la otra clase social.
En Valle Giulia, ayer, tuvo lugar un fragmento
de lucha de clases: y vosotros, amigos (si bien de la parte
de la razón) erais los ricos.
Mientras los policías (que iban con la parte
equivocada) eran los pobres. ¡Bella victoria, por lo tanto,
la vuestra! En estos casos,
a los policías se les dan flores.