domingo, 30 de mayo de 2010

Por Sebastián Antezana.



En tu escritura, especialmente en “Los amigos soviéticos”, se percibe un evidente cruce entre literatura, periodismo e internet (prensa gráfica, locutorios, blogs, kioskos, etc.). Así, los medios alternativos u oficiales, internet entre ellos, se ven como proveedores de un tipo de discurso, de escritura, que establece nuevas formas de producir cultura. Alguien decía que, por ejemplo, el uso literario de portales como Wikipedia había hecho de la erudición un mero disfraz de las comunicaciones 2.0. Así, parafraseando a la novela, ¿se podría decir el “copy-paste” como una de las bellas artes?

Hoy internet es un auto nuevo con tapizados viejos. Cuando mi generación terminó sus años de estudios universitarios, la vida todavía era analógica. En 1998, por ejemplo, me fui a Europa y pagaba con francos en Francia y con marcos en Alemania, y escribía cartas a mano en papel que luego metía en sobres con estampillas. El siglo XX fue el siglo XX hasta el final. La Gran Conexión vino después. Empezó cuando yo ya había terminado la universidad. La pregunta es ¿qué va a pasar cuando los niños de la web empiecen a generar sus propios contenidos? ¿Qué van a escribir? ¿Cómo van a escribir? Una amiga me dijo de Los amigos soviéticos que es una novela “wikipédica anecdótica”. Por otra parte, el arte del copy-paste implica que no parezca copy-paste, y cuando deja de parecerlo ya es otra cosa. Véase también Pierre Menard, autor del Quijote, que salió en Ficciones, un libro de 1944. Todas las innovaciones técnicas influyen en el logos, pero el logos siempre redirecciona a la tradición.

”Los amigos soviéticos” parece carecer de un asunto o problema argumental y la trama parece ser apenas un pretexto (un argentino —¿JT?— y dos rusos se juntan para hablar, tomar vodka y disparar desde los techos) para discurrir libremente por una serie de temas/obsesiones personales. ¿Cómo se enmarca este gesto —postmoderno, postideológico, si se quiere— en una novela que parece querer explorar las consecuencias psicológicas del fin de la URSS, como dice el propio protagonista, país objeto de “la Razón moderna”?

No tengo la menor idea.

¿Por qué literatura y política en tu obra? (¿es ésta una especie de marca generacional argentina?) Y, ¿por qué literatura y política desde una perspectiva en que el humor es, casi siempre, burla, insulto o mentira?

John Cheever dijo una vez que su único objetivo al escribir había sido contar historias que consiguieran integrar su historia con la historia del mundo. Me siento muy identificado con esa definición. Por otra parte, siempre es más redituable contar rarezas. Narrar la burla, el insulto, la mentira, la anomalía, los equívocos y los malentendidos, las contradicciones y sus consecuencias. Hoy, en Buenos Aires al menos, la militancia política está dividida. Por un lado, se compra la épica neoperonista, o por el otro, se aprende el lenguaje de la administración y la burocracia. Yo no compro el show de la épica. Me interesa narrarlo, lo disfruto, me apasiona. Pero soy hijo y nieto de un inmigrante, mi linaje es el de Odiseo, no el de Aquiles, mucho menos el de Sócrates. Leo los libros canónicos, pero también las revistas de variedades. Vivo en la superposición entre la ciudad mercantil y la ciudad letrada y sé que el conocimiento en mi familia siempre tuvo fines prácticos. Entonces, si se rechaza ser sujeto de la épica, en Buenos Aires hoy hacer política implica aprender a aburrirse, realizar movimientos lentos, como el caracol. La idea es de Gunter Grass. Y si algún día estalla la bronca, allí estaremos, porque Odiseo también peleó en Troya (que encima era una guerra que le venía de arriba, por los problemas entre una puta y un cornudo). Mientras tanto al Imperio que nos aplasta se lo vence sin gritos, con inteligencia y sigilo.

En “Los amigos soviéticos” tienes momentos muy graciosos y política o contrapolíticamente muy lúcidos que, sin embargo, han hecho que, entre otras cosas, te llamen escandaloso (bardero, leí por ahí). Así, ¿utilizas la literatura como exorcismo ideológico?

No me llamaron escandaloso por Los amigos soviéticos, que más bien pasó sin mucha alzada periodística. Me gané algunos motes similares por mi poema El ignorante y por algunas declaraciones malsanas que no pienso repetir aquí, porque una vez va como tragedia y la otra como farsa. Por otra parte, no tengo idea de cómo puede llegar a leerse lo que escribo en Bolivia. Pero tengo mucho entusiasmo por ver qué pasa con Música para rinocerontes, el libro de relatos que va a publicar la editorial El Cuervo y que voy a estar presentando en el marco del encuentro de Escritores Iberoamericanos.

A propósito del encuentro al que vienes en junio, ¿qué papel juega el humor en el conjunto de tu obra?

No creo que sea algo importante. Por lo menos yo no escribo para generarlo. Mis lectores más cercanos dicen que mis libros tienen mi sentido del humor. Es posible. También es verdad que yo muchas veces digo cosas en serio y la gente se ríe. Es un mecanismo, por lo menos, curioso. A propósito de eso, ¿Evo tiene escritores que hagan humor? ¿Quiénes son los novelistas del Gobierno? Quiero leerlos ya. Deberían cultivar el subrrealismo subsocialista del que hablaba Paco Ignacio Taibo II, que para mí es otra forma de referirse a los géneros narrativos que produce internet.

(Te devuelvo una de tus 25 preguntas) ¿Cuál hubiera sido la mejor forma de festejar el Bicentenario de la Revolución de Mayo en Argentina?

Bajando el precio de todos los libros.

sábado, 29 de mayo de 2010

Crítica sigue peleando.

viernes, 28 de mayo de 2010

Quedan todos invitados.


Una lectura del Martín Fierro

Cuando le conté a una amiga que había aceptado ser parte del grupo de escritores que iban a leer El Gaucho Martín Fierro en Eterna Cadencia el 25 de mayo, ella tuvo una reacción abrupta. “No te puedo creer…” me dijo. “¿Por qué?” respondí. “Es terrible, no te puedo creer”. La propuesta telúrica la perturbaba. “¿No es mejor hacer una fiesta, emborracharse…?” Su reacción no me sorprendió. “Bueno, eso lo hacemos casi siempre…” dije. Yo también tenía mis dudas. Por abajo lo que funcionaba era la incomodidad de responder a un festejo que debía ser excepcional. No todos los días se celebran los doscientos años de la patria. ¿O en realidad se conmemora la revolución burguesa de mayo? Como fuere, la reacción esquiva de mi amiga me lo confirmó. Tenía que leer. Entonces me llegó por mail el fragmento que me tocaba. Era bastante. Lo empecé en voz alta y me aburrí. Pasó el fin de semana largo del 22, 23 y 24. La gente llenaba la 9 de julio. Llegó el 25, y, a las cinco de la tarde, mientras todos esperaban frente al televisor que reabrieran las puertas del Teatro Colón, salí para Eterna Cadencia.

Inmigrantes

La lista de lectores convocados para la lectura incluía, por un lado, intelectuales y escritores consagrados, firmas reconocidas como Ricardo Piglia, Abelardo Castillo, Horacio González, Ana María Shua y Silvia Iparraguirre. Por el otro, había gente más joven: Samanta Schweblin, Eduardo Muslip, Lucía Puenzo y Pablo Katchadjian. De la generación intermedia se vio a Guillermo Martínez y a Federico Andahazi. ¿Dónde estaban Pauls, Kohan, Guebel, Bizzio y Tabarovsky, por citar a algunos? ¿Ellos no leen el Martín Fierro en público? Parece que no. Una primera percepción del asunto: salvo por González, Castillo y Martínez, los apellidos de estos “oradores” no tienen nada que ver con el siglo XIX y la pampa húmeda sino con el siglo XX y la cultura urbana. Piglia es piamontés, Shua es judío, Iparraguirre es vasco, Schweblin es highlander, Muslip no tengo idea pero no parece muy gaucho, Puenzo suena a década del 80 y vuelta de la democracia, Katchadjian es armenio y Andahazi es húngaro.

Arribo

Cuando llegué a la librería la escena me descolocó. Primero, entré al mismo tiempo que Argentino Luna, el encargado –lo supe en ese momento– de cerrar la lectura. Luego, me encontré un grupo de personas en silencio, mirando sus ejemplares del poema de Hernández, escuchando y siguiendo a Vicente Battista que interpretaba en ese momento al Viejo Vizcacha. Yo había pronosticado un evento con movida en la puerta y adentro un tipo, agarrado al micrófono, recitando para sillas vacías. Me había equivocado. “El público se va renovando, ya deben haber pasado unas ciento cincuenta personas” me informó uno de los organizadores mientras me presentaba a Gabriela Larralde. Ella, planilla en mano, llevaba la contabilidad de las estrofas gauchas. La idea original había sido suya.

A cantar un argumento

Como es usual en Eterna Cadencia, el ambiente era distendido y agradable. Aparte de escuchar el gran poema de la gauchesca argentina, se podían ver libros, tomar chocolate caliente y comer tortafritas. Pasé al baño. Por el sistema de audio sonaba, asordinada, una vidalita. Cuando salí del baño comprobé, para mi desilusión, que la lectura no era en continuo ininterrupto y cronometrado. Patricio Zunini, que también leyó, agarraba el micrófono para anunciar un corte de diez minutos.

La goma gaucha

Federico Andahazi me precedió leyendo con mucha pulcritud y precisión. Lo envidié. Entre el público pasaba un telúrico mate. Muchos seguían el poema en sus propios libros. Creo que eso fue lo más valioso de la experiencia. La lectura grupal, si no continua al menos sostenida, de un texto común. ¿Por qué no se hace más seguido? ¿Por qué nos conformamos con poetas que leen sus poemas, por lo general breves –pero no tan breves– sin que nosotros podamos seguirlos en ninguna parte? Había algo medieval en el evento que me gustaba. Andahazi terminó y me senté. Leí haciendo algunos cambios en la métrica. Si hubiera sido un solo canto o dos, lo habría preparado. Pero como eran más, improvisé. Había llevado mi propio libro, una vieja edición que mi mujer le robó a un ex novio. In situ, descubrí que la métrica del poema parece flexible pero en realidad es como una goma que se estira y vuelve a su posición original. Me había tocado la parte en que Picardía habla del juego y de la política y describe como se articulan con la leva. Completé mi lectura como pude y terminé cansado. Me siguió Pablo Katchadjian.

Katchadjian

La convocatoria de Katchadjian para el evento era ineludible. En el 2007 publicó por IAP, sello del cual es editor, El Martín Fierro ordenado alfabéticamente. Como el título lo explica, Katchadjian ordenó la Ida alfabéticamente. El resultado es asombroso. Su poema empieza así:

a andar con los avestruces:
a andar declamando sueldos.
a ayudarles a los piones
A bailar un pericón
a bramar como una loba.
a buscar almas más tiernas
a buscar una tapera,
a cada alma dolorida
A cada rato, de chasque
a cantar un argumento;

Modificaciones

Creada la expectativa, Katchadjian no decepcionó. Seguí su lectura en mi libro. Las variaciones que hizo fueron muy sutiles. Como le tocaba leer la parte de las cuartetas, sustituyó los segundos y terceros versos de algunas, muy pocas, por los segundos y terceros versos de otras. Al principio parecía que no pasaba nada. Y de repente saltaba el glitch. Incluso para una persona conocedora del poema, el salto era imperceptible si no se tenía el original a mano. Con el texto como guía, las alteraciones, que se percibían perfectamente, generaban dudas. ¿Dijo lo que dijo? ¿Mi libro está bien? Doy un ejemplo. La cuarteta 1005 dice:

El se daba muchos aires;
Pasaba siempre leyendo;
Decían que estaba prendiendo
Pa recibirse de fraile.

Pero Katchadjian leyó:

El se daba muchos aires;
Y sucede, de ordinario,
Tener que juntarse varios
Pa recibirse de fraile.

Es el resultado de la combinación de la cuarteta 1005 con la 1025. La 1025 dice así:

¡Todo es como pan bendito!
Y sucede, de ordinario,
Tener que juntarse varios
Para hacer un pucherito.

Pero en la lectura de Katchadjian dice:

¡Todo es como pan bendito!
Pasaba siempre leyendo;
Decían que estaba aprendiendo
Para hacer un pucherito.

Retuve dos o tres alteraciones como esta. Seguramente hubo más. Quizás sobre el papel la diferencia sea evidente. En la lectura oral, pasaban sin sobresaltos de ningún tipo. A diferencia de El Martín Fierro ordenado alfabéticamente, estas modificaciones no son espectaculares. Resultan apenas un pequeño pero no por eso menos importante acto de subversión a la tradición poética argentina. ¿Qué nos está diciendo dice Katchadjian cuando logra reubicar versos sin alterar significativamente la percepción del poema? ¿Hasta qué punto son intercambiables los versos, elemento atómico del trabajo lírico, en el poema nacional? El sentido final, si lo analizamos, cambia. ¿Qué dice ese cambio? ¿Cómo quedaría el poema si Katchadjian lo reordenara íntegro? Todos modificamos un texto cuando lo leemos en voz alta. Algunas modificaciones –la voz demasiado aguda o grave, un error de dicción, incluso una carraspera o estornudo– alteran el texto desde lo accidental. Otras marcas resultan más enigmáticamente críticas. En el blog de la librería pueden verse algunas fotos del evento.

jueves, 27 de mayo de 2010

Zdob Si Zdub - Dj Vasile Grossman.


(Soy hijo de calabreses y nieto de vascos y salernitanos, pero en el fondo, del lado de la abuela, en los montes de San Marco, hay una rama albanesa que hace que mi piel sea blanca como la leche y que me une con los Balcanes. Le dicen el puente Consenza-Tirana, la alegría de los desheredados del mundo.)

"El descubrimiento del jueves llama "Motorama", es post punk soviético"

JuanCruz Sánchez Delgado.

miércoles, 26 de mayo de 2010



El Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño de Cochabamba organiza el Encuentro de Escritores Iberoamericanos y me invitó en julio a su edición del 2010. Con motivo de esa invitación, Martín Zelaya Sanchez me hizo esta entrevista para el diario paceño Página Siete.

¿Cómo recibió la invitación para venir al encuentro de escritores en Bolivia y cuáles son sus expectativas?

La recibí con mucha alegría. Había estado por viajar para allá en diciembre, con la idea de cubrir como periodista free-lance la reelección de Evo, pero no se pudo y realmente me quedé con las ganas. Así que la invitación para el encuentro me alegró muchísimo. Va a ser mi primera vez en territorio boliviano y mis expectativas son muy simples. Espero que en junio el gobierno del MAS se haga insostenible por la presión de los servicios de inteligencia norteamericanos y en julio se produzca un golpe de estado, de ser posible no muy sangriento, pero sí violento, conmocionante y ridículo. Alcanzaría algo al estilo Honduras. Evo debería hacerle frente y salir triunfante de la prueba. O no. Estando ahí, yo podría narrarlo todo desde la línea de fuego y escribir un libro tan bueno o mejor que Jefazo de Martín Sivak. Me parece justo que él haya narrado el ascenso y a mí me toque la caída y resurrección, o la más trágica y lamentable caída a secas.

El tema de la cita es el humor en la literatura. En su criterio, ¿cuál es la importancia del humor en un escrito, es este elemento parte de su creación?

Esta pregunta parece fácil pero es difícil. Para empezar, por lo general no me hacen reír las cosas escritas para hacer reír. Pero me gusta el humor negro y disfruto los comentarios ácidos, sobre todo si se hacen sobre profesores universitarios, periodistas infrahumanos, porteros de edificio y funcionarios públicos. (Hoy vi a uno meterse no un dedo, sino directamente un puño dentro de la nariz. Eso no me dio risa, me dio asco.) Dicho esto, no creo que el humor sea importante en lo que escribo.

¿Nos puede dar una síntesis de la ponencia que leerá en Cochabamba?

Todavía no la escribí pero estoy recolectando material, sobre todo chistes bolivianos sobre argentinos y chistes cruceños sobre coyas. Hay uno muy bueno de un policía coya que para a un camba que va en una camioneta de lujo y le pide los documentos. El título tentativo de mi ponencia es “Un boliviano, un judío y un argentino entran a un bar”.

¿Cuál es, en su criterio, la real importancia y utilidad de los encuentros o congresos de literatura?

Me parece excelente que se hagan y me siento muy halagado de que la Fundación Patiño me haya elegido para este año de bicentenarios. Los encuentros y congresos son útiles para conocer gente y lugares, para que te regalen libros, descubrir autores, y también desde luego para emborracharse lejos de casa. Las mesas y las lecturas que se hacen por lo general resultan tediosas, pero en los pasillos, los bares y los patios se cuentan excelentes chismes y anécdotas. Así que el intercambio, como es de esperarse, no fluye por los canales tradicionales, pero eso no debería sorprendernos ni mucho menos amedrentarnos.

Usted escribió novelas, relatos, ensayo e incluso poesía, ¿con cuál género se siente más cómodo a la hora de escribir y a la hora de leer?

Para escribir y leer no hay nada mejor que la novela. La novela genera un calor muy especial cuando se la lee y cuando se la escribe. No hay nada como una buena novela.

¿Qué conoces de la literatura y de los escritores bolivianos?

Bueno, lamento decir que conozco menos de lo que me gustaría. Leí Diario, el libro de cuentos de Maximiliano Barrientos editado por El Cuervo, también algún cuento suelto de Rodrigo Hasbún, Roberto Cáceres y algo de Wilmer Urrelo Zárate, de quién tengo Mundo negro, pero todavía ni lo hojeé. Leí de un tirón Borracho estaba pero me acuerdo de Viscarra y por supuesto sé quién es Augusto Céspedes. Su cuento El pozo me parece mejor que Kafka. ¿Se conseguirá algún viejo ejemplar de El Dictador suicida en alguna librería de Cochabamba? Lo que encontré del tan comentado Oscar Cerruto no me convenció. Pero leí con mucho placer un cuento de Liliana Colanzi que está en la web, se llama Tallin y lo publicó el Gran Salvador Luis Raggio Miranda en su revista Los Noveles. Y Tukson, historias colaterales de Giovanna Rivero me pareció excelente. De Santa Cruz, lo de Colanzi y Rivero es lo que más me gustó y lo que más interés me despertó de lo que se hace hoy en Bolivia. De Edmundo Paz Soldán leí dos cuentos, Azurduy y Dochera. Su prosa es de excelente calidad. (Una vez estaba tomando una cerveza en un bar de Palermo y alguien me puso un teléfono en la oreja y Paz Soldán me saludó, se escuchaba como si estuviera muy lejos y yo estuve muy cerca de decirle que lo amaba. No sé bien por qué. Supongo que porque es famoso y me dijo que sabía quién era yo y me trato con mucha consideración.) Me olvidaba de mencionar a Juan Claudio Lechín, de quién no me formé todavía opinión. (Aunque qué bien comienza su cuento El duque, que se puede bajar de la web en pdf.) La verdad es que espero poder comprar algunos libros durante el viaje. Algo de Jaime Sáenz y de Emeterio Villamil de Rada, por favor. Sus leyendas los preceden. También algo de Gabriel René Moreno, por ejemplo, que me lo recomiendan siempre, y no pienso volver de Bolivia sin 50 años de historia de René Zavaleta Mercado, así me lo tenga que robar de una biblioteca. Para terminar quisiera decir que es difícil conseguir autores bolivianos en Buenos Aires, quizás eso me sirva un poco de excusa. Pero ahora se está empezando a comentar, en círculos interesados en el tema, la obra de García Linera, de la que se podrán decir mil cosas, pero que innegablemente ayuda a entender la realidad y la historia boliviana.

Procol Harum - Whiskey Train - 04/07/2007

(Vía @mavrakis)

martes, 25 de mayo de 2010

Este blog lo dijo antes:

"Esta es mi interpretación del bicentenario.
Un abrazo, David."

lunes, 24 de mayo de 2010



Juan Antonio Gutiérrez de la Concha y Mazón de Güemes (1760-1810) Marino, militar, cartógrafo y astrónomo español. Exploró las costas de la Patagonia. Luchó contra los ingleses durante las invasiones. En septiembre de 1807, el virrey Liniers lo nombró gobernador de Córdoba. En 1810, cuando llegó a su provincia la noticia de la revolución, juró lealtad al Consejo de Regencia español. Le hizo frente a la Primera Junta, perdió y murió fusilado en Cabeza de Tigre.


Jacques Antoine Marie de Liniers-Brémond (1753-1810) Francés de origen, militar de carrera, peleó contra los moros argelinos bajo bandera española. Después, llegó al Plata donde defendió la ciudad de Buenos Aires de los dos ataques ingleses. Los criollos lo querían de su lado en la revolución, pero se negó. En cuestión de meses pasó de héroe a criminal. La Primera Junta lo hizo fusilar en Cabeza de Tigre. Hoy, lo recuerda un barrio proletario.


William Carr Beresford (1768-1854) Militar británico de carrera, combatió en Canadá, Córcega y Jamaica. En India conoció al Duque de Wellington que lo protegió. En 1806, después de robarles el Cabo de Buena Esperanza a los holandeses, invadió Buenos Aires. Gobernó la ciudad durante tres meses hasta que Liniers lo venció. Rogó tanto y de forma tan vehemente que le perdonaron la vida. Se escapó y se fue a pelear contra Napoleón. Murió en Londres.


Rafael de Sobremonte, Núñez del Castillo, Angulo Bullón y Ramírez de Arellano (1745-1827) En 1806 mientras miraba una obra de teatro con su familia le avisaron que los ingleses invadían Buenos Aires. Se escapó a Córdoba con el tesoro virreinal. Cuando volvió le dijeron que la cosa no iba más. Murió en Cádiz, muy pobre.


Baltasar Hidalgo de Cisneros (1755 -1829) Asumió como Virrey del Rio de la Plata en 1809. En 1810 le hicieron la revolución. Le decían "El sordo" porque había apoyado la cabeza en un cañón.


Fernando VII (1784-1833) Perdió el Río de la Plata a manos de nuestros revolucionarios de Mayo. Los historiadores españoles nunca se lo perdonaron. Dicen que le gustaba mucho jugar al billar.

domingo, 23 de mayo de 2010

"Esta es la primera apuesta a un nombre fuerte de la narrativa local por parte de la novísima editorial Pánico el pánico, que no lleva un año en el mercado y ya se apunta algunos logros (no siendo uno menor el precio, super accesible en un mercado que se ha disparado ridículamente)."

Juan Manuel Candal, que hace la revista Otro cielo, escribió una reseña sobre Diario de Alcalá. Gracias.
"Para quien preste atención, Beethoven resulta allí disolvente, escandalosamente antisocial en un sitio eminentemente social. Es el lugarteniente de una idea de la música que el fenómeno de la liturgia melómana personifica equívocamente. Los ojos de Beethoven que imaginó Sassone están cerrados al mundo, pero abiertos a su propia subjetividad. En el abismo que abren los párpados cerrados habita el tópico de “lo genial”, ese epíteto residual del romanticismo cuyo uso restringido se perdió hace mucho tiempo y que reviste ahora con su pátina prestigiosa un repertorio por lo general derivado del lenguaje histórico antes que de la singularidad."


sábado, 22 de mayo de 2010

Y encima tiene una remera que dice "Write Bloody".

(Vía Viperino.)
No los vas a ver en la televisión. Pero los vas a ver aplaudiendo para que un diario no deje de salir. Fuerza Crítica.

viernes, 21 de mayo de 2010

21 de mayo del 2010. Google.com festeja los treinta años del Pac-Man embebiendo el juego en su página de inicio. Ese día la productividad del mundo baja un quince por ciento.

jueves, 20 de mayo de 2010

Un clásico: Chubb subb - Medeski, Martin & Wood.

martes, 18 de mayo de 2010



Mi Diario de Alcalá de editorial Pánico el Pánico ya se consigue en Eterna Cadencia a un precio de 25 pesos. (Si el 25 de mayo no tienen nada mejor que hacer pueden ir a escuchar el Martín Fierro completo y de paso se llevan el libro. Viva la Patria.)

lunes, 17 de mayo de 2010

domingo, 16 de mayo de 2010



"Un personaje de la serie estuvo basado en el monstruo legendario del Noroeste de Estados Unidos Sasquatch o Pie Grande. En la serie era un robot creado por extraterrestres. Interpretado por el enorme luchador André el gigante, quien más tarde fue reemplazado por Ted Cassidy (Largo de Los locos Adams). La primera vez que Austin peleó contra Sasquatch, en un capítulo doble, hizo una breve aparición la mujer biónica. Para la segunda pelea, la primera parte de ese capítulo se transmitió en Estados Unidos como El hombre de los seis millones de dólares, y la segunda parte en la serie de La mujer biónica. Estos episodios cross-over forzaban a los espectadores a ver el desenlace de la historia en otro programa. Otra vez, Steve Austin debió enfrentar a una sonda con forma de disco volador diseñada para ir al espacio exterior pero que, por accidente, se había quedado en la Tierra y actuaba como si estuviera en otro planeta. También debió pelear contra robots que tenían una máscara por cara."

viernes, 14 de mayo de 2010

Hay que escucharla diez veces. Los viernes a la noche.

"Es que nuestra casa no tiene paredes."
"En este punto, es oportuno recordar –en palabras de Feldman– su encuentro con Beckett, a propósito del pedido de un texto que finalmente sería el libreto de la obra Neither:

“Cuando me encontré con Beckett y le comenté que tenía una comisión de la Opera de Roma y que quería hacer algo con alguno de sus textos, él me comentó que odiaba la ópera...

- Yo también –le respondí–, raramente voy a la ópera.
- Además –me dijo él– no me imagino mis palabras puestas en música.
Y yo le respondí algo que era absolutamente cierto: que si bien había escrito bastante música vocal, en ninguna de las obras se pronunciaba palabra alguna...
- Entonces, ¿qué es lo que usted quiere hacer?-, me preguntó Beckett.
Le respondí:
- No tengo la menor idea..."



"Sobre 76 de Félix Bruzzone."


Entonces dice:
"¿Pero eso no puede hacerlo una máquina?".
Y no, no puede.

jueves, 13 de mayo de 2010

Wapner hizo una película sobre la Segunda Guerra Mundial.


Recomiendo enfáticamente el texto explicativo.

"1. 1969, barrio de la Paternal, Buenos Aires, Argentina. El doctor Lázaro Wapner, cirujano dentista, adquiere la colección "La Segunda Guerra Mundial", editada en 12 tomos por Editorial Còdex, entre los años 1965 y 1969. Estos libros permanecen en el marco de la casa familiar, consultados y leídos por todos, pero en forma especial por el padre y por David."

(Esto leí el martes)

Agradecimientos en la presentación de Diario de Alcalá (Editorial Pánico El Pánico)

Gracias a los editores Marina Gersberg y Luciano Lutereau. Me gusta mucho cómo quedó el libro. Gracias a Jesús Cañete Ochoa, que se confundió la terminal en el Barajas y me dio una anécdota para empezar a escribir y después se transformó en el mejor Virgilio de la ciudad de Cervantes. Gracias a Juan Cruz que apretó el poderoso botón rojo de su despacho en el pentágono del Grupo Prisa y en la impresora apareció mi nombre.

Gracias a Pepa, por la paella. Gracias Fernando, por las charlas sobre Obús y Barón Rojo. Gracias a Giselle Etcheverry Walker, por estar en el lugar indicado en el momento indicado y no luchando contra el Comandate Chavez en la selva venezolana. Gracias a Pron, por la excursión a Puerta de Hierro y por muchísimo más. (Gracias, amigo, de corazón.)

Gracias a Antonio Jiménez Morato, por el turismo madrileño y la introducción a la momia. También gracias a Maxi Tomas, por haber empezado la cosa. Y gracias a Constantino Bértolo que me regaló libros y me dio un par de ideas sobre cómo leerlos.

Gracias a Juan González del Solar, por la confianza en Madrid y en Buenos Aires.

Y gracias a la guardia de seguridad del tatuaje raro en el cuello, a la gordita de la residencia San Ildefonso, al sereno que estudiaba para policía, al tuerto del Museo y a la chica francesa que me dio charla en la cola del Prado.

Gracias a Javier Jiménez por contarme la historia del actor que se suicidó en el edifico del bar de tapas donde siempre íbamos a tomar algo. (No lo puse en el libro pero debería haberlo puesto.) Y gracias también por los consejos amatorio-tecnológicos. Gracias a David por habernos filmado y después por haberme editado.

Finalmente gracias a Giovanna Rivero, que me contó de Bolivia en los bares de Alcalá y me acompañó al Museo de Cera de Metro Colón, cuando nadie quería ir. Y gracias a Andrea Jeftanovic, que me soportó en Alcalá y experimentó un finísimo pudor cuando agarré un cartón de la calle para protegerme de la lluvia complutense.

Y gracias a ustedes.

martes, 11 de mayo de 2010




Ten Sheep Blues.





The smoke sellers.
(Una banda que te hace feliz porque conoce tu neurosis.)

viernes, 7 de mayo de 2010



Síntesis

"Por su lado, Sabbatella, un hombre que viene de la izquierda tradicional no peronista, que conoce los sinsabores y la rutina de la gestión ejecutiva –uno podría decir que no sólo no entrevistó a Perón sino que, además, abrevó en otras literaturas– ha decidido realizar un análisis –esto dicho con humor– “peronista” de la situación. Y ha elegido como exegeta del peronismo –aun cuando no lo haya hecho efectivamente, claro– a uno de sus hombres más interesantes de ese movimiento: John William Cooke. El “Bebe” escribió en otros tiempos que “el peronismo no desaparecerá por sustitución sino mediante superación dialéctica, es decir, no negándolo, sino integrándolo en una síntesis”."

Hernán Brienza en 23.

miércoles, 5 de mayo de 2010

En nuestro congreso super bowl, el chivo Rossi lee a Osvaldo Bazán, furioso periodista anti-k, con Kirchner al lado y se aprueba el matrimonio gay en diputados.

Thunderstruck - Igor Presnyakov


(Vía Dj Gogui.)

martes, 4 de mayo de 2010

Troll de Iván Moiseef en Hablando del asunto.
http://hablandodelasunto.com.ar/?p=6193
Otras reseñas:
DIARIO DE POESÍA
RULETA CHINA

Para lista de librerías y más menciones
(Ñ, Llegás, Eterna Cadencia...), ir a www.ivanmoiseeff.com.ar
Para más data sobre Troll, clic acá.



Troll. Faltaba un libro con ese título en la Argentina.



El martes 11 de mayo presentamos en Matienzo (B. Matienzo 2424) a las 20 horas los dos nuevos libros de editorial Pánico El Pánico. Yo voy con Diario de Alcalá, una entusiasta mezcla de diario, crónica y ensayo. Están todos invitados. Y como dice el gran Seasick Steve, Sorry Mr. Jesus.

domingo, 2 de mayo de 2010

25 preguntas llega a los 25.
"Los escándalos semanales tras las sesiones en el Congreso han devenido costumbre. Esta vez, le tocó a Diputados, añadiendo una innovación, dentro del esquema general. La apodada ley de matrimonio gay, como es regla en esos asuntos, es votada “a conciencia” (sin sumisión a la disciplina de bloque), reconfigurando el mapa de adhesiones y rechazos. Los socialistas y los bloques de centroizquierda, sin fisuras, avalan la iniciativa. En espejo, el PRO (con una sola excepción) se opone fervorosamente. El Frente para la Victoria (FpV) impulsa la norma pero no encolumna a todos sus integrantes, aunque sí a la mayor parte. En el radicalismo, prima la objeción con nutridas excepciones. En la Coalición Cívica hay impulsores convencidos en tanto la líder de la fuerza, Elisa Carrió, y Alfonso Prat Gay están en contra. El peronismo federal mayormente objeta, en parte por su sesgo derechoso y en parte por calcular que la aprobación de la reforma del Código Civil sería un gol del oficialismo."



sábado, 1 de mayo de 2010

1. Facebook es el nuevo porno.