"-¿Cree que incluso en el Siglo de Oro, etapa que usted aprecia particularmente, los escritores se valían del marketing?
-Sí, fijate en Francisco de Quevedo, que era un gran poeta pero representaba fielmente a Quevedo en la Corte de Madrid. O Luis de Góngora que, diría Lope de Vega, aun dormido era gongorino. Son tipos que hicieron marketing , es decir, construyeron un personaje y vivieron ese personaje. Yo también construí un personaje, pero no lo uso, o sí, y en realidad no he sabido sacarle provecho. Yo me doy cuenta de que soy un personaje, porque actúo de cierta manera de forma sistemática, no es que me pongo a hacerme el Brascó, soy así."