"Suicidios, delincuencia, drogas, terrorismo son patologías alérgicas que, en cierta forma, explican la fisiología social (...) Para adaptarse al engranaje, para comprenderse como una máquina, el individuo tiene que autovacunarse con dosis progresivamente mayores de sus propios cuerpos alérgicos. Tarde o temprano brotará la violencia, como un sarpullido inevitable de los agentes morbosos de la atmósfera burocrática."