miércoles, 8 de diciembre de 2010

"En Mar del Plata, hará cosa de dos años, se hizo un evento totalmente bizarro. Un Jamaiquino, que tenía toda la torta, trajo a Durán Durán. Goycochea hacía de maestro de ceremonias y además se suponía que estaría Maradona, que no sé si al final estuvo. La cosa es que, antes de que saliera a tocar Durán Durán, aparecían unos pibes haciendo jueguitos con la pelota, arengados por el Goyco, al son de: Al deporte sí; a la droga no. La idea del show era buscar nuevos valores futbolísticos; o sea cualquiera. La cosa es que cuando Durán Durán sale a escena si había mil personas era mucho. Y para colmo habían regalado la mitad de las entradas. No eran los ochenta pero era Durán Durán. Bueno, el tema es que en un momento mi amiga se mete en una especie de bar que habían armado y lo ve al Goyco, medio puesto y bastante desaliñado, solo con su alma y su traje de corte italiano, recostado en el respaldo una silla. La más auténtica postal de la decadencia."