jueves, 16 de diciembre de 2010

La increíble historia de los rusos acusados de matar a su madre

15/12/10 Los dos hermanos son buscados por Interpol La familia se radicó en Argentina en 1999 y desde entonces se vio involucrada en episodios violentos: denuncias por malos tratos, la desaparición de la hija hace siete meses y, finalmente, un asesinato.

PorLILIANA CARUSO

Desde que llegó a la Argentina, hace más de diez años, la familia Tchestnykh se involucró en una historia increíble en la que se sucedieron episodios más que extraños : primero peleas y denuncias por violencia, después una desaparición y por último un crimen. La desaparecida es la única hija mujer de la familia, Vera de 26 años, y la víctima de asesinato su madre, Ludmila Kasian, de 56.

En la actualidad, dos hijos varones de ese grupo familiarque vivía en un bucólico barrio de quintas del partido de Moreno , tienen pedido de captura por la muerte de su mamá, quien fue hallada muerta en su casa con dos tiros en la cabeza y otro en el estómago, el 13 de septiembre pasado.

Los hijos, buscados desde ayer por Interpol , son Ilia (28) y Serguei Tchestnykh (18). El fiscal de Delitos Complejos de Mercedes, Juan Bidone, sospecha que el mayor de los hermanos fue quien ejecutó a la mujer y que su hermano, fue cómplice o partícipe secundario en el asesinato.

Las pruebas y los indicios sobre ellos son varios, pero hay un elemento fundamental que los incrimina: la Gendarmería Nacional halló el arma homicida, una pistola 9 milímetros, oculta dentro del CPU de una computadora que estaba en la habitación de los jóvenes . También habían ocultado allí un revólver calibre 38 con la numeración limada. La pistola fue peritada y resultó ser el arma con la cual le dispararon a Ludmila .

El arma es propiedad de Ilia, quien denunció que ladrones que habían entrado a robar en la casa, mataron a su mamá y se llevaron su arma. En total, el hijo mayor de la familia tiene registradas en el ReNAr cuatro armas: tres pistolas 9 milímetros desde el 29 de diciembre de 2008, y un fusil Mauser a repetición calibre .308 declarado en agosto de 2009.

Según la causa, tras el crimen de la madre, Ilia le pidió a Andrei, un hermano que vive en otra casa, a 200 metros del sitio del crimen, que le ocultara las armas. Temía que si la Policía las encontraba lo culparan del asesinado.

“Esas armas después fueron encontradas debajo del colchón de Andrei.

El se quebró y contó que su hermano se las había dado . Entre ellas no estaba la Taurus que había matado a Ludmila y que, según insistían los hermanos, había sido robada por los asesinos y ladrones. En realidad ese robo nunca existió, porque no faltó nada de la casa”, precisó a Clarín el fiscal Bidone.

En los allanamientos fueron encontrados elementos que reafirman la afición a las armas del hermano mayor de la familia. En la casa había videos sobre el arme y desarme de pistolas y fusiles y artículos periodísticos de casos policiales emblemáticos de Rusia. Y algo que llamó más aún la atención: un libro en el que se aconsejaba cómo comportarse ante una declaración judicial .

Entre otros objetos, en la casa donde ocurrió el asesinato hallaron varios pasaportes con distintas fotos y sellos en cirílico. “Los hermanos dijeron que eran de la madre, que hacía certificaciones, y de Ilia, que trabajaba en traducciones.

Lo cierto es que había más pasaportes que personas en la casa ”, dijo una fuente del caso.

No sólo el arma peritada por Gendarmería compromete a los hermanos, sino también algunas contradicciones en sus coartadas para la noche del crimen. Según el expediente, Ilia dijo que había trabajado en el taxi de su padre hasta la madrugada, pero la empresa de radiotaxis aseguró que hacía un mes que ese auto no se reportaba . Su hermano Sergei contó que había estado en un cíber de la Capital al que solía ir seguido, pero varios testigos le dijeron a la Policía que hacía más de tres meses que no lo veían por el local.

Los antecedentes violentos en la relación familiar fueron otra de las pistas que llevó a la Justicia a sospechar que los hermanos podrían estar involucrados en el crimen. Ilia le dijo a los investigadores que se llevaba “bien” con su mamá y “muy bien” con su padre Valeri, que estaba separado de Ludmila y con una exclusión judicial de la casa por denuncias de malos tratos . Pero luego se supo que en mayo, el joven había consultado a un abogado para cambiarse el apellido: No quería llamarse ni Tchestnykh ni Kasian .

¿Por qué razón podrían Ilia y Serguei haber matado a su madre? Por ahora el móvil no está claro. Solo hay conjeturas y sospechas. Una de las hipótesis es que los hermanos –sobre todo Ilia– sospecharon que su madre podría estar involucrada en la desaparición de Vera. De la chica no se sabe nada desde el 6 de mayo de este año, justo el día de su cumpleaños. La joven se llevaba mal con su mamá, a la que había denunciado por violencia doméstica. Un allegado a la familia contó a Clarín : “Ilia adoraba a su hermana, la quería mucho. No así a su mamá, a quien le hacía constantes reproches ”.