El primero de mayo aterrizás en Buenos Aires y salís del 747 gordo y viejo como una vaca muerta por una manga de la década del 80. La gente que te lee el pasaporte usa barbijos y guantes. Y vos te acordás de todas las novias que tuviste durante el secundario y esa forma tan extrema que tenías de pensar las relaciones sociales. Depeche Mode es especial para ese tipo de días feriados.