"El domingo, después de la función de Marat-Sade, en medio del aplauso, Lorenzo Quinteros y Malena Solda vuelven a tomar la palabra. Ya no son personajes de ficción. Por esas cosas que tiene la representación teatral cuando entra la realidad, ahora son trabajadores del Complejo Teatral de Buenos Aires. Entonces, leen un comunicado de la Asociación Argentina de Actores: "El actual gobierno de la ciudad, mediante el retaceo o recorte de las partidas presupuestarias destinadas a aquellas actividades artístico-culturales que son de su responsabilidad, intenta minimizar o llevar a la intrascendencia la importancia y alcances del Complejo [...] Por decreto, ha intentado prohibir todos los contratos de actores, directores, escenógrafos, vestuaristas, músicos, etcétera, que permitirían cumplir con la segunda parte de la programación del citado Complejo [...] Es decir, considera a nuestro trabajo como un bien suntuario que un gobierno responsable debe entregar a profesionales de la taquilla"."