En respuesta al pedido de la organización Hollaback/Atrevete, el jueves 28 de abril firmé en mi espacio de la revista El Guardián “Mi retractación pública y pedido de disculpas”. La columna puede leerse en este blog e intentaba ponerle fin a una situación compleja e incómoda que atravesó cierta parte de las redes sociales y el campo cultural. Al otro día, viernes 29, mi editor, Sergio Olguín, me comunicó que Hollaback/Atrevete no había aceptado esta disculpa e iba a continuar presionando a los anunciantes de El Guardián hasta que se me despidiera y se silenciara definitivamente mi voz. El martes de esta semana me reuní con Olguín y Daniel Capalbo, director de la revista, y entre los tres decidimos que mi columna se discontinuara para evitar que Hollaback/Atrevete siguiera presionando a los anunciantes, ya que esto ponía en peligro la totalidad del proyecto editorial. Muchos colegas que aprecio trabajan en El Guardián, con algunos incluso compartí redacciones y rutinas laborales. Todas las semanas escriben notas, entrevistas y piezas periodísticas que merecen ser leídas y bajo ningún punto de vista quiero poner en peligro su trabajo. Al mismo tiempo considero irracional, autoritario e injusto el accionar de Hollaback/Atrevete. ¿Qué pasará a continuación? La verdad es que no lo sé. Pero sumo otra inquietud genuina a esta pregunta: ¿Qué antecedente sienta esta situación en la prensa argentina?
Juan Terranova.
Buenos Aires, 4 de mayo del 2011.