J.T.: Como alguna vez dijo Maximiliano Tomas que Buenos Aires es la capital mundial de la mala leche. Y, por desgracia, yo pertenezco a la minoría irónica blanca. Somos muy perseguidos. Sobre todo por los funcionarios de cultura, las agencias de cooperación, las feministas y los negros homosexuales. ¡Minoría irónica blanca luchemos por nuestra liberación! ¡Digámosle no a la corrección política! ¡Todos juntos en la red tirándonos pedos y hablando de caca ya mismo!