viernes, 19 de octubre de 2012



-¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?
-Porque nunca se come, y se trabaja.
-Pues ¿qué es de la cebada y de la paja?
-No me deja mi amo ni un bocado.
-Anda, señor que estáis muy mal criado,
pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
-Asno se es de la cuna a la mortaja.
¿Queréislo ver? Miradlo enamorado.
-¿Es necedad amar? -No es gran prudencia.
-Metafísico estáis. -Es que no como.
-Quejaos del escudero. -No es bastante.
¿Cómo me he de quejar en mi dolencia,
si el amo y escudero o mayordomo
son tan rocines como Rocinante?