lunes, 17 de marzo de 2008

Siempre hay un idiota que dice que no. Es el tema de Fedro: ¿la escritura es buena o mala? “Ella no producirá sino el olvido en las almas de los que la conozcan, haciéndoles despreciar la memoria.” El idiota en este caso es Sócrates. Parece la discusión sobre los blogs, pero a principios de la historia de la humanidad.

Okay, Baudelaire no quería las fotos. Pero él sí era un grande. La negatividad en su obra es pasión. Mientras tanto, es la universidad la que enseña las imposibilidades. Viene Foucualt y dice: “Es imposible escribir una biografía”. Viene otro y dice que tal género murió. Que las vanguardias ya no existen. Y la mayoría de los alumnos lo creen.

Voto una bofetada a cada alumno por decreto ya mismo. Que las aplique con rigor alguien que tenga la mano grande. O mejor, uno recibe y otro no a la entrada del aula. Arbitrariedad y dolor, de eso sí se puede aprender mucho. El estructuralismo francés parece mucho más simple con la mejilla caliente por un golpe.

Es el innegable poder de la negatividad. La crítica kantiana, ese ejercicio infinito. Pero, no hay que engañarse, vivimos mucho más de las afirmaciones.