¿De dónde saliste así, tan pero tan sueca? Musculosa negra, pantalones de cuero, botas de serpiente, el desierto, un auto grande como un error de adolescencia, tapizados de cuerina bordó y Nina Persson diciendo que viene perdiendo en lo que más le gusta. ¿Quién puede resistir el tic autodestructivo adolescente con esos accesorios? Poné el Cadillac al mango, nena, y revoliemos el Gato Félix otra vez, volvamos a Suecia, viajemos a la Costa del Sol, escuchemos discos de Os Mutantes para robar ideas y de paso cantame otra vez que estás enferma y cansada.