Claro, la papa está en El Eternauta. El de Solano López está todo mal dibujado mientras el de Breccia es el mejor expresionismo. Y sin embargo, nos quedamos con el primero. Porque genera otro calor narrativo, más fuerte, más intenso. Aunque también podría haber citado a Soiza Reilly. Un cronista, un periodista, un narrador casi torpe, sin brújula, pero que sabe donde poner el ojo, como contar lo que interesa contar y hacerlo atractivo.