“Tengo un amigo, director de un neuropsiquiátrico, un hombre muy talentoso, que en una oportunidad dio una conferencia sobre la esquizofrenia entre los artistas en el Rotary Club. Le dije: “Has dejado al escultor afuera de tu estudio”. Si mira la historia verá que no hay escultores esquizofrénicos porque la escultura viene de la artesanía y tiene una base completamente diferente a la música o la poesía. Piense en los niveles de esquizofrenia que alcanzó Wagner, lea los diarios de Cosima Wagner: ¡qué titán de la neurosis! Lo mismo ocurre con los pintores o los escritores. Muchos autores son psicópatas, en cambio los escultores estamos demasiado cerca del material, debemos lidiar con la piedra. Si le gusta me puede clasificar entre los naïfs.”
Arno Breker en una excelente entrevista que publicó Radar hace un tiempo.