"El Filba podrá adoptar, ahora que se confirma como una cita fija anual del calendario cultural porteño, los destinos que prefiera: pero bien haría en olvidarse de los no lectores, y preocuparse más por los lectores habituales de literatura, y ofrecerles un espacio de debate, reflexión y discusión (¡basta de concordia y buenas costumbres!) que deje, tras de sí, una huella o una marca que sirva para repensar el estado actual de la literatura y el campo literario. No sería poco."
Lo leí acá http://www.tomashotel.com.ar/