Me subo a arreglar el aire que vibra mucho. (El tubo roto con soldadura de plata para meterselo en el culo a los hombres lobo ya quedó atrás.) El ventilador me agarra, me pellizca y se rompe. Salta un pedazo de plástico negro. Cae al suelo. Ella me dice: "Pensé que era tu dedo".