- ¿Qué me quiere señor?
- Niña, joderte.
- Dígalo más fino.
- Cabalgarte.
- Dígalo a lo cortés.
- Quiero gozarte.
- Dígamelo a lo bobo.
- Merecerte.
- ¡Mal haya quien lo pide de esa suerte, y tú haces bien, que sabes declararte! Y luego ¿qué harás?
- Arremangarte, y con la pija derecha acometerte.
- Tú sí que gozarás mi paraíso.
- ¿Qué paraíso? Yo tu coño quiero, para meterle dentro mi carajo.
- ¡Qué bien lo dices y qué llano!
- Calla, mi vida, calla, que me muero por culear teniéndote debajo.
Anónimo. España. Siglo XVII.