jueves, 4 de septiembre de 2008

De vuelta hay quilombo en Perfil. Fontevecchia podría tener una empresa de primer nivel, con periodistas contentos y productos de referencia por su calidad (Modelo costa oeste). En vez de eso, seguramente porque se aburre en su castillo napoleónico del piso 14 y se cree republicano o algo así, se dedica a pelearse con sus empleados, negándole lo mínimo indispensable (modelo costa este). Con dos sesiones por semana en un año te curás el complejo de inferioridad. Pero, lo dice el chiste de "cuántos psicoanalistas se necesitán": la lamparita tiene que querer cambiar.