Esa tarde bajamos ocho metros con Pablo, Fede y Lucas. El instructor golpeaba el tubo con una llave de tres cuartos para que lo siguieramos. Me acuerdo de eso. También que cuando salí pensé: "Abajo te arreglás con el mundo". La foto me la sacó Pablo con una cámara descartable. También sacó algunas arriba del bote. El tipo nos dijo que había media hora de aire en el tubo pero al final se hacía dificil respirar. Yo subí bien pero él subió con el tiempo justo y cuando estábamos agarrados del borde del bote dijo: "Pero qué es esto, chico". El arrecife estaba lleno de erizos y peces y vimos dos o tres tortugas.