lunes, 31 de marzo de 2008

¡Llamada urgente para las mellizas Hensel! Es de Buenos Aires. Los periodistas quieren saber si apoyan a Cristina, al campo o si cada una tiene un matizado pensamiento propio.
"Eso sería peor que vivir en zona norte" me dijo el baterista.
Uno de la península que se copa en blanco y negro. Tiene a Pierre Louys (Con Funes habíamos pensado en traducrilo y en editarlo). Y se mandó esta antología. ¡Salud!

domingo, 30 de marzo de 2008

Un post que vale la pena leer.
"Si son tan guapos, traigan los tractores a Buenos Aires, hijos de puta, van a ver cómo se los quemamos uno por uno." Me lo dijo el baterista. Para él, la pampa es un páramo donde dejan que se pudran las verduras del mercado central. Después, lo vi en el fondo. Si no me equivoco juntaba botellas para hacer bombas molotov.
Domingo a la mañana. Escucho Kiss, porque si pongo la televisión me dan ganas de salir a los caminos y hacer sonar a esos hijos de puta.

sábado, 29 de marzo de 2008

Sábado a la noche. Pedimos una pizza. Escuchamos a los Ramones.
Mi amigo Volodia> Me pidieron que me presentara y hablara “algo sobre viajes”, así que voy a decir que mi primer libro se llamaba Notas de un viaje a Italia y era un libro muy tímido y un poco ingenuo, pero con algunos momentos narrativos interesantes, muy pocos en realidad. Me hubiera gustado que tuviera el grosor de mis anécdotas personales sobre el viaje pero yo era demasiado joven y escribir es, todo deberíamos recordarlo siempre, demasiado difícil.

Para hoy había pensando traer un texto titulado “Viaje en tractor al centro del antiperonismo argentino” o también “Las cacerolas golpeadas por la imbecilidad porteña cocinan pucheros amargos” o mejor aún “Periodista, periodista, ¿qué carajo estás haciendo, periodista, con tu vida?” pero al final me decidí y traje una historia muy breve sobre un viaje muy largo.

1. Paré en un hotel bastante bueno de la ruta tres y estaba cansado porque había manejado todo el día. El mini bar era carísimo, pero no se veían kioscos en la zona y no tenía ganas de ir hasta la estación de servicio. La televisión recibía con un poco de interferencia. Salí al hall a ver si conseguía hielo y cuando volví y logré sintonizarla mejor, en la pantalla apareció alguien que me resultaba conocido. Era un compañero del colegio. Hacía por lo menos quince años que no lo veía. No sé cómo lo reconocí. Tenía puesto un traje arrugado. Lo entrevistaban en la calle, a las apuradas, por un asunto de corrupción, algo relacionado con el robo de fondos públicos. Probé de apagar, pero no pude. Me dormí con la luz gris de fondo y sin volumen. Al otro día hice seiscientos kilómetros de un saque.

2. Cuando llegué a Buenos Aires, escuché los mensajes. Había uno de un amigo muy antiguo. No el de la televisión del hotel, otro. Me decía que quería verme, que había comprado el diario y que había visto mi foto, me preguntaba si me había vuelto famoso. Su voz me devolvía a un momento de mucha confusión en mi vida. No es que ahora la tenga tan clara pero entre los trece y los diecisiete años me sentía un poco perdido, atontado por la rutina de la instrucción formal, sobreexcitado por mi propia ignorancia y tratando de hacer avanzar mi educación sentimental. Antes de colgar, mi amigo decía que se había ido a vivir a Pergamino y que me invitaba a comer un asado. Me imaginé viajando y recordando juntos, debajo de una parra, los incidentes y las penas del colegio secundario. No lo llamé. Él, gracias a Dios, tampoco volvió a llamar.

3. Hace unos años, nos encontramos a comer un asado con mis antiguos compañeros del colegio. Fue en una casa del Bajo Flores. Cuando el asado terminó eran las tres y media de la mañana y a mí me tocó llevar a un pibe que se llamaba Dardo. Sí, Dardo. Un nombre raro. Como si alguien se llamara “flecha” o “lanza”. Dardo me contó que había estado de novio con una chica que había ganado un concurso de Colas Reef. ¿Conocen esos concursos? Me narró con detalles que iba a su casa cuando estaba sola, porque todavía vivía con sus padres, y veían juntos un video que decía “Concurso Super Cola Reef 2004 Mar del Plata, Argentina – Este verano te va a romper la cabeza”. Me acuerdo que yo le pregunté si todo eso entraba en el lomo de un VHS. Y él me dijo “Sí, entra, entra, si lo escribís con prolijidad, entra”. Y me repitió: “Concurso Super Cola Reef 2004 Mar del Plata, Argentina – Este verano te va a romper la cabeza”. Me contó que eran dos horas seguidas de primeros planos de culos. Sobre el final, ella, la novia de Dardo, se agachaba y festejaba su triunfo sacando cola mientras una multitud disparaba los flashes de sus cámaras digitales. Ahí era cuando ella cortaba el sonido de la televisión y le explicaba a Dardo que esa sensación era única, como tener a todos esos miles de hombres alzados intentando entrar en su cuerpo, todos juntos, todos al mismo tiempo. Ella decía que no había palabras para explicar lo que sentía de espaldas a esa masa de cabezas uniforme, esa jauría salvaje, empujando por acceder, contenidos por los para-avalanchas, el escenario y los guardias de seguridad. Según le había confesado nunca se había sentido tan poderosa y tan penetrada al mismo tiempo. “Pero después –agregó Dardo–, el sexo no era gran cosa. A lo sumo un cosquilleo más o menos original, producto de mi expectativa.” Cuando se dejaron de ver, ella hizo un par de publicidades donde no se le veía la cara y ahora trabaja en un banco. A Dardo le habían dicho que andaba con el gerente que era casado y tenía tres hijos, uno con síndrome de down. Me contó que ese chimento se lo pasó un amigo que tiene cuenta en esa sucursal y cada tanto pasa a depositar un cheque, la ve sentada atrás de la ventanilla y, entonces, cuando sale del banco, lo llama a Dardo para decirle: “Sí, la verdad no es gran cosa.”

4. Ayer subimos con Volodia, mi amigo ruso, al edificio donde alquila un departamento para él y su madre diabética. La mujer pesa como ciento treinta kilos y no se levanta de la cama. Volodia estudió química en Kiev. Cuando llegó a Buenos Aires en 1994 trabajó limpiando ventanas hasta que consiguió empleo en una distribuidora de insumos farmacéuticos. “Es un buen trabajo pero igual no es un regalo” me dice, hablando con un acento muy marcado. Se va a las ocho y media de la mañana y vuelve a las seis, le cocina a la madre y después sube al techo de su edificio en Santiago del Estero y Avenida de Mayo a tirar con su rifle de aire comprimido calibre 4.5. Le tira a los carteles, a las luces. A veces le tira a la gente. Yo lo vi. Los balines zumban. “No tiro a pegar” me explica y acierta en el maletín de un pelado que se asusta. Espera a que corte el tráfico y elige dos blancos. Cuando da verde, dispara dos veces. La mayoría de las veces acierta. Ayer subimos y había un montón de gente golpeando ollas en la esquina. El ángulo era bastante pronunciado.
— ¿Les tiramos? —dije yo, medio en chiste.
Cristina todavía no había dado su discurso en Parque Norte.
— Este es tu país, tirales vos —me respondió Volodia y me pasó el rifle.
La parte de mandera estaba gastada por el uso.
— No apuntes a la cara, que es peligroso. Igual, de acá, si no tenés práctica, no les pegas —agregó después.
Me acomodé y apunte. No estábamos tan alto. Calculé unos veinte metros hasta la esquina, desde un tercer piso. El alcance que tenía el aire comprimido era de entre veinticio y treinta metros. Puse en la mira a una vieja con una cuchara de madera y le llegué a ver el blanco del ojo. No me animé. Volodia me sacó el arma de las manos y si decir nada hizo blanco y empezó a tirar. Recargaba y tiraba. Recargaba y tiraba. Cuando los de las cacerolas se dieron cuenta qué pasaba, nos empezaron a insultar, dijeron que iban a llamar a la policía, nos gritaron “asesinos”, “acá hay pibes, hijo de puta”, “bajá, si sos macho”. Volodia se reía como un chico. Pero no paraba de tirar. Los manifestantes decidieron abandonar su posición y se fueron sobándose los impactos de los balines.
En 1970, James Ballard publica el libro de relatos La exhibición de atrocidades. Uno de sus cuentos se titula
El asesinato de John Fitzgerald Kennedy Considerado como una carrera de Automóviles cuesta abajo. Está basado, recuerdo que el mismo Ballard proporciona esta información, en un relato de Guillaume Apollinaire que se titula, si no me equivoco, La crucifixión de Cristo como una carrera de Bicicletas cuesta arriba. Mientras Volodia se divertía y desde la calle nos amenazaban de muerte, pensé que podía escribir un relato titulado El cacerolazo en apoyo al paro de los productores agropecuarios como el último episodio de la caída del muro de Berlín. O, mejor, El cacerolazo en apoyo al paro de los productores agropecuarios como una visita vespertina al tiro federal. Porque al final, él solo, Volodia, mi amigo ruso, con su puntería soviética y su riflecito de juguete, había barrido la resistencia cívica del barrio de Congreso.
Soy fachoprogresista.
Y corporativista.
Soy anarcosindica-nazi.
Y también para algunos
soy peronista de la doctrina Yahoo.
Pero el baterista ayer me lo dijo clarito:
"Vos un tipo que tiene mucho tiempo libre".
(Justo él, que ensaya de lunes a jueves
siempre en la misma sala
donde el bombo tiene una grieta
y hay una bandera que pide
por la vuelta de los Redondos.)

viernes, 28 de marzo de 2008

Un amiga me dice: "Nadie es inodoro". Y el baterista se pide una Quilmes.
"Como músico que soy -dijo el baterista- percibo en las improvisaciones del teflón callejero una percusión desganada, bochinchera, orientada hacia el ruido, hacia el anegamiento de los sentidos. Eso, que en otros lugares de América podría ser arte, aquí y ahora carece de felicidad y de espíritu. El grito de ira y desgarro del punk es puro sentido al lado de esto. Algo de mérito tiene, en todo caso, golpear una lata y sacar un rebuzno."



- Terra, reescribimelo para que quede bien, yo te lo digo así, como me sale, vos ponelo lindo.
- Quedate tranquilon que te hago quedar como Kant.
- Eso, que tenga poesía, que sea finoli.
- Ahí va.
"Yo le estoy contestando que tengo un odio visceral por la puta oligarquía que tiene las manos llenas, pero llenas de sangre de pueblo, de sangre de trabajadores, pero nunca tuvieron ningún problema en matarnos masivamente y que siempre no quieren colocar en el lugar de los violentos” (...) "Ustedes, el norte de la ciudad, los blancos, aquellos que acumulan y concentran y que matan y que la única bandera que tienen en sus manos es la de su propia rentabilidad, les tengo un odio visceral, sépanlo de mi boca, lo único que me mueve es el odio contra ustedes"(...) "Somos inmundicia, escoria. Decía Sarmiento ya en los albores de 1880 que no hay que ahorrar sangre de gauchos, somos eso: la barbarie, lo que ustedes no quieren"
Sarmiento fue un presidente y el mejor escritor argentino de todos los tiempos. D´Elía es Acción Mutante. Vamos para Buenos Aires, que ahí la joda sigue de largo: no todos los días se escribe un capítulo como este en la historia nacional.
Para vos, cabeza de pija, que lo mirás por TV:

"La sociedad nos trató como mierda y ahora les vamos a dar por el culo. El mundo está dominado por niños bonitos hijos de papá... Dios, ¡basta ya de mierdas light!"

jueves, 27 de marzo de 2008

Cables. Quiero cables. Jugo de cables. Tengo que estar conectado.
http://ledecimosnoalparo.blogspot.com/

El baterista adhiere.

Buenos Aires, 27 de marzo del 2008

En el marco de un conflicto que afecta a toda la sociedad y entendiendo que, más allá de matices, errores y equívocos, lo que se trasluce hoy es la pugna entre dos modelos políticos, económicos y sociales de acumulación, los que firman abajo entienden que un paro de esta intensidad y por tiempo indeterminado es comprensible en momentos de apremio, por una muerte, por un hecho que acorrala y empuja a la defensa. No lo es por el deseo de ganar más o reformular un impuesto. El paro por tiempo indeterminado es una de las últimas armas de la acción política. Cuando no hay urgencias, la salida natural debería ser el diálogo.
Con ánimo de promover el debate y no de clausurarlo, entendiendo que esta situación perjudica a todos los argentinos, sabiendo que nuestra voz es muy pobre frente a los hechos de la realidad, pero aún así con ganas de fijar una posición, por este medio, los que firmamos queremos dejar en claro que entendemos el paro que llevan a cabo las instituciones agremiadas a la actividad agrícola-ganadera como una medida desmesurada, abusiva y completamente injustificada. Y si sabemos que no se debe tratar de la misma manera a los grandes grupos y a los pequeños productores, queremos revindicar las políticas de retenciones sobre los sectores de la economía que producen con mayor valor agregado, en tanto son estas políticas de redistribución positiva de la renta: necesarias, inclusivas e históricamente nucleares del proceso de desarrollo de la República Argentina.


Juan Incardona
Diego Vecino
Patricio Erb
Juan Terranova
Ignacio Maciel
Sebastián Morfes
Celia Dosio
Carlos Godoy
Diego Sánchez
Agustin J. Valle
Gabriela Vulcano
Mercedes Halfon
Juan Pablo Lafosse.
Luciano Lamberti
Emma Peel.
Fernanda Nicolini
Marina Mariasch
Blanca Soledad Fernández
juan manuel strassburger
Carlos Romero
Facundo Di Genova
Alejandro Parisi

Mandá tu adhesión a
ledecimosnoalparo@gmail.com
Agradecemos la difusión
El baterista me dice que el sonido de un tractor regulando en la ruta es la música del odio. Poeta.
Los tractores no son guitarras eléctricas.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Lo justo es justo. Revista Ñ patea y la pone en el ángulo con una entrevista psico-lingüistica al sastre de Tom Wolfe. Felicitaciones para Andrés Hax de mi parte.
Llamen a Duhalde que el campo está en cualquiera.
Este blog, el baterista y el conejo de la suerte apoyan al gobierno en contra del paro abusivo, desmedido y completamente injustificado del campo.
La muchacha de Tracia se ríe, como siempre, ya la vamos a agarrar a esa...

martes, 25 de marzo de 2008

¡Dame el revolver que salgo a defender a Perón!
¿Dónde están patotas argentinas
cuando las necesitamos
para romperles la cabeza
a los clasemedieros que
de política solamente entienden
el palo, palo y meta palo,
y el sueño bravo de los plazos fijos?
¿Donde están muchachos peronistas?
¿Se nos fueron cuando Herminio
se inmoló con su cajón?
¿Los asustan ahora las amas de casa
con sus cucharas de madera
que hoy se van a ir a dormir
extenuadas
de tanta participación
en la cosa pública?
Pregunto con sinceridad,
¿tanto se enfriaron
las cenizas del peronismo?
¿Los pibes chorros no se politizan?
Se hace medianoche sin un solo tiro
Y mañana algún locutor en la radio
se va a llenar la boca hablando de democracia
porque los dueños de la tierra
sacaron los tractores a la ruta.
El baterista lo dijo muy clarito: "¿Por qué no te vas a golpear la cacerola a la concha de tu hermana?".
El baterista me agarró en el hall y me dijo: "Prefiero los desnudos cuidados".
Voy a leer acá:
Letras Combinadas.

Viernes 28 de Marzo a las 19.30 hs.
enBataclana Bar & Concert
Corrientes 3500(y Sánchez de Bustamante).

lunes, 24 de marzo de 2008

De ahora en más, lo único que voy a ver son documentales de rock en DVD.
El baterista silba el estribillo de una canción de su banda que se titula Sonando como arpa vieja.
"Del rinoceronte te pasaste al conejo; justo, el fin desemana, trabajamos en el zoológico Safari, de Ramat-Gan, ahí dimos nuestro taller para niños. Muchos pedían conejos, mi especialidad son las orejas. Pero, ahí andan, sueltos, los rinocerontes, mezclados con los hipopótanos y los impalas. Rinocerontes africanos, de doble cuerno. El año pasado les tomé fotos, en cámara de rollo, que hasta ahora no revelé."
David Wapner, quizás el hombre más talentoso del mundo, me escribe desde Israel. Empezó una serie de entrevista que se pueden leer en Nación Apache. El primer entrevistado es el poeta y novelista Mois Benarroch, al que han calificado de "el Bukowski israelí".
El baterista da una definicion de rock: "Rock es gente ridícula, idiota y egoista haciendo cosas que te llegan al corazón".

domingo, 23 de marzo de 2008

El baterista y la muchacha de Tracia. La cita del siglo.
En este blog, bancamos a morir la risa de la muchacha de Tracia.
[Reload: los blogs son la risa de la muchacha de Tracia.]
[Googleado sale esto.]
Le respondo a Cicco en un falso intercambio de periodistas vs. escritores.
Una frase del baterista: "La cultura te idiotiza".

viernes, 21 de marzo de 2008

"El baterista es el mejor amigo del músico" le digo al baterista. Y él me responde que ya había escuchado esa forrada antes y que no le causa mucha gracia. Enseguida, le pido que no se enoje.
Hace calor en la ciudad. Pienso temas sobre viajes. Mi primer libro es sobre Italia. Me quedó un poco ingenuo. Me llega la correspondencia para votar en las elecciones italianas por diputado y senador latinoamericano. "L´Italia deve tornare protagonista e farsi valere di nuovo nel mondocon le sue grandi potenzialitá" dice Berlusconi en su carta. ¿Está todo listo para invadir África del norte? No, capo, meglio rimanere indietro, en este estado de museo polvoriento que es Italia hoy para mí. Que otros jueguen al inglés, a ser Borges y al Imperio. Para mí es la bota con imagenes rurales, de la RAI o esas películas atemporales que pasa Europa, Europa.

jueves, 20 de marzo de 2008

El baterista dice que los gays se hacen gays porque así tienen algo que contar.
Dos tipos de viajero.
O mejor, dos tipos de persona.
Una vez atado al carro, trotar entre los ejes o dejarse arrastrar.





No te creas, el baterista me cae 200 puntos.
El baterista entró a la cocina y preguntó: "¿Se dice mongólico o mogólico?".
Me gustaría ir a dormir la siesta y leer un libro en la cama.
¿Semana santa? A ver quién es el guapo que se lava la cara en el espejismo del tiempo libre.
Gestos apocalípticos. Si tu época todavía no dio con el suyo, escribite una carta documento.
Horacio González (cito de memoria) : "Pero, ¿puede ser Quiquito el que señalé todo, el que revise todo, sobre el que caiga esa responsabilidad? Lo pregunto, nada más. Gracias."
Jaramillo: "Vos tenés que tener un twitter".
Ayer, el feliz cumpleaños de Fogwill el MALBA. ¿Los libros de la guerra es una antología imprescindible? Y sí. Quintín dijo "adictivo". Muy buena prosa. Ideal para robarle algunas ideas a la hora de encarar el artículo "que te piden siempre". Después, parilla con punks. A Jaramillo le gustó lo de González. A mí también. Incardona dijo: "Yo soy peronista de Perón y stone de los Stones". Lo amenazaron con titular un post. Los de la contrareforma hicieron una perfomance. El policía malo y el policía bueno desdibujados. Linne demostró que manda en el arte de los mensajes de texto obscenos. Comimos una parrillada a precio de oro y cuando nos fuimos, llovía bastante.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Me gustaría tener la contraseña de la casilla de alguien que no conozco para entrar y leerle los mails.

martes, 18 de marzo de 2008

Se murió Arthur C. Clarke. Pero no hay que sentir pena. Según Clarín, era un tipo que se daba todos los gustos.
Hoy Sonia me habló de Henry James. Dijo que habría que reescribir La lección del maestro. (Le dije que lo hizo Asís.) Yo me bajé The real thing. Lo leí en la biblioteca de la facultad hace más de diez años.
¿Qué persigue el deseo literario?
El prestigio resuelve en dinero o en narcisimo.
Todo resuelve, entonces, en dinero o en narcisismo.
Aunque algunas veces escribimos por puro masoquismo también.
"Te prefería más unleashed" me dice por chat un amigo.
Sí, yo también. Qué le vamos a hacer.
Actualización. Una lectora me escribe: "Todo lo que leí, así de golpe y escrito idem, parece un imparable brote psicótico". Quién te dice...
Hace casi diez años Adriana Hidalgo editó 80 poemas y canciones de Bertolt Brecht. El libro es bilingüe. Lo tengo ahora en la mano. Y leo: "So viele Berichte. So viele Fragen".
Ansiedad, mano maestra.
Un agujero en el suelo, pensé en eso hace un rato.

lunes, 17 de marzo de 2008

Babasónicos ya es una banda que entró en la historia del rock argentino. Está lejos de las bases, está en la solitaria montaña de la consagración. Por eso sus integrantes leen a Fogwill y se relacionan con Marcelo Cohen. ¿Y entonces? En este punto, yo bajaría una premisa: “Joven poeta encuentra a la banda de tu barrio”. Es muy probable que te den una pata en el culo, pero ¿quién dijo que las cosas iban a ser fáciles? El vocalista de la prometedora Elperrodiablo en una nota que le hizo Juan Manuel Strassburger lo puso clarito: “Para nosotros no se trata de unas vacaciones raras, se trata de una elección de vida. Si querés que el rock te devuelva algo, mejor ponete un cíber”.
Play.
Estaba más cerca del sexto AC/DC que del quinto beatle.
Siempre hay un idiota que dice que no. Es el tema de Fedro: ¿la escritura es buena o mala? “Ella no producirá sino el olvido en las almas de los que la conozcan, haciéndoles despreciar la memoria.” El idiota en este caso es Sócrates. Parece la discusión sobre los blogs, pero a principios de la historia de la humanidad.

Okay, Baudelaire no quería las fotos. Pero él sí era un grande. La negatividad en su obra es pasión. Mientras tanto, es la universidad la que enseña las imposibilidades. Viene Foucualt y dice: “Es imposible escribir una biografía”. Viene otro y dice que tal género murió. Que las vanguardias ya no existen. Y la mayoría de los alumnos lo creen.

Voto una bofetada a cada alumno por decreto ya mismo. Que las aplique con rigor alguien que tenga la mano grande. O mejor, uno recibe y otro no a la entrada del aula. Arbitrariedad y dolor, de eso sí se puede aprender mucho. El estructuralismo francés parece mucho más simple con la mejilla caliente por un golpe.

Es el innegable poder de la negatividad. La crítica kantiana, ese ejercicio infinito. Pero, no hay que engañarse, vivimos mucho más de las afirmaciones.
Aburrimiento y morosidad. Si tu literatura frecuenta estas lagunas, mejor traigan al Pato Donald. Dicho de corazón.

domingo, 16 de marzo de 2008

Los domingos te despertás y decís: "Yo debería hacer el intento de escribir la Gran Novela Latinoamericana". Después, llega el mediodía, se hacen las dos de la tarde y tenés que dar las gracias si no te estás replanteando tu vida.
Un cuento chino> Para la época en que salió mi segunda novela, yo trabajaba en una empresa de software. La empresa estaba formada por gente joven con ideas. Mi trabajo era llevarle la agenda al dueño, un tipo de unos cuarenta años que había ido al Nacional Buenos Aires. El trabajo era rutinario y los programadores, insoportables, pero pagaban razonablemente bien por pocas horas de trabajo.

Un día mi jefe se fue en misión comercial a China. En Pekín conoció empresarios chinos. Trajo muchas anécdotas.
— Argentina —le dijo uno de los empresarios en inglés durante una de tantas reuniones—, Argentina tiene todo lo que China necesita: aire limpio, agua potable y grandes extensiones deshabitadas.
Parece que ninguno de los argentinos que fue hizo negocios importantes.
— Nos van a terminar vendiendo locomotoras y nosotros vamos a seguir con la soja. ¿Qué te pensás? Los países también se acaban —dijo mi jefe.

Después de ese diálogo, me dediqué a fantasear una novela en la que China invadía la Argentina. No era para nada una mala idea. Soldados chinos, portaviones chinos, policía militar china, prostitutas de lujo chinas, espías chinos de rasgos occidentales hechos con cirugía estética, mafia china, comida china, desfiles chinos por la 9 de Julio, programas chinos, supermercados chinos, y también ideogramas chinos pintados sobre el amarillo y negro de los taxis chinos de ocupación.
La trama central de la novela la contaba el accionar de unos argentinos que formaban la resistencia y, desde la selva misionera, mandaban mensajes revolucionarios contra los chinos. Uno decía: “Abajo Mao y la china amarilla, viva la Argentina celeste y blanca”. Otro decía en chino mandarín pero con notable acento argentino: “Chinos go home, no los queremos aquí” y finalmente un último mensaje nostálgico pero no por eso menos violento afirmaba: “Si Evita viviera sería mata-chinos”. Por supuesto, los chinos, traición mediante, terminaban fusilando a los jefes de la revolución. En la última escena de la novela, sin embargo, con una puesta de sol como escenario final, aparecía una chinita tomando mate. La idea era producir un final abierto. Por supuesto, nunca empecé ni siquiera el primer capítulo de la novela de la invasión china.

Pero, un par de días después leí en un libro que el martes 11 de mayo de 1976, el diario La Nación informaba en la página tres que, según cables llegados desde Montevideo, habían aparecido cadáveres orientales en las costas uruguayas. Con este nuevo hallazgo sumaban seis. En los cinco casos anteriores, se había afirmado que “podría tratarse de ciudadanos de un país asiático, por los rasgos fisonómicos y la pigmentación”. Los cuerpos desnudos estaban “atados de pies y manos y con señales de torturas y mutilaciones”. Después se dedujo que llevaban por lo menos veinte días en el agua. Un forense decía que eso explicaba los rasgos asiáticos. O sea, cuando te torturan, te matan y te tiran al agua, te volvés chino. El titular de la nota era “Asiáticos en las riberas del Plata”.
Enseguida pensé en escribir un cuento sobre los chinos guerrilleros del Plata que luchaban contra la dictadura, pero justo cuando estaba por hacerlo, justo cuando estaba por escribir el cuento, renuncié y me tomé dos meses para leer la Divina Comedia. Después conseguí entrar como periodista en un diario. Ahí me dejaban escribir sobre cualquier cosa en el suplemento cultural y eso, por supuesto, me hacía muy feliz.
Tendría que escribir sobre los hoteles que visité
y sobre las máquinas que vi romperse, que no fueron muchas.
Pero también tendría que narrar a los alumnos en la universidad
que se quebraban por el peso de la esquizofrenia
producto directo de docentes inútiles y arrogantes,
esa forma de transmitir el conocimiento que se podría titular:
“Bienvenido a la celda política
donde uno es verdugo de sí mismo
con la inefable ayuda de su propio narcisismo”.


Pero el blog es una apuesta estética demasiado radical a veces.
Domingo a la tarde.
Mi abuela dice que a lo de Palau, va gente de curiosa, a manosear y a robar billeteras. Y que los evangelistas se hacen evangelistas porque "no calzan en otro lado".
Escritura automática, querido periodismo, opinología sobre la industria de la opinión.
Domingo a la mañana. Te levantás a una hora que en realidad es otra. Estos experimentos con el tiempo no dejan de tener su gracia. El clima está ideal. Mi abuela dice que hay dos naranjas picadas en la heladera.

sábado, 15 de marzo de 2008

Mañana celebramos la entrada de Jesús en Jerusalem. Hoy, la procesión de Ramos va desde Plaza Once hasta San José de Flores. Mientras tanto, Palau congrega miles con un culto sintético.

viernes, 14 de marzo de 2008

Fibertel es un enema de tres megas.
Speddy, llamada local de uno solo.
La diferencia se nota.
"–¿A qué le llama “las miserias de la identificación”?
– Es un poco fuerte, pero recuerdo haberlo dicho. Le llamo así a la literatura que renuncia a cualquier tipo de singularidad o trabaja con el lenguaje para llegar a un lector. No es que esté mal llegar a los lectores: se puede contar una historia. No hay que polarizar, creo que ambas cosas son compatibles. La miseria de la identificación es una forma de mesianismo literario. Hacer de la literatura un producto. El escritor no puede hacer de su escritura, a priori, algo negociable. Si después le dan un premio, bueno, es un accidente. Algunos no han renunciado a nada y recibieron premios: Bolaño, Pauls. En sus inadecuaciones y singularidades se apreció una esencia valiosa, que estaba pasando algo en la literatura latinoamericana."

¿Renunciar a cualquier tipo de singularidad? Oliverio me cae bien. Pero no puedo estar de acuerdo con este enunciado romántico-idealista. Los libros son mercancias. Los escritores son artistas. La escritura se distribuye en el mercado, incluso en la utopía de la web. Hay un plus, es verdad. Pero todo lo que imaginamos para otros va a morir o a resplandecer a un nicho de mercado.

jueves, 13 de marzo de 2008

Título para un libro de poemas violentos: Escrito en un locutorio. O mejor, Escrito en un locutoriod e la calle Lavalle.

Hace diez días que no tengo conexión en casa. Entro a un locutorio, me siento y se cae el sistema. Un pibe se queja. Usuario anónimo, estoy empezando a extrañar nuestro fluido diálogo de ofensas, lo cual ya es decir mucho.

miércoles, 12 de marzo de 2008

En este locutorio, el teclado se gastó tanto que le escribieron la letras arriba con liquid-paper.
Es como ciego con ojos ortopédicos de plástico.

martes, 11 de marzo de 2008

Locutorio limpio de la calle Campichuelo. La conexión es lenta. No extremadamente lenta. Pero se percibe. También hay una radio sintonizando una fm donde los locutores hablan banalidades a los gritos mientras siete personas intentan escribir.

lunes, 10 de marzo de 2008

Es imposible zafar de la idiotez ajena.
Lo digo como verdugo, no como víctima.
Para cuando me devuelvan mi conexión, prometo publicar las fotos que saqué en los diferentes cibers de mi barrio. Todo sótano es bueno en Caballito para poner un ciber.
Lunes soleado. Si uno se queda quieto, la ciudad lo respeta.

domingo, 9 de marzo de 2008

Otro ciber. Otro teclado. Éste, mucho mejor. ¿Todavía no existe la historia del escritor lumpen que escribe su obra desde un locutorio del microcentro a un peso la hora? Dicen que Bradbury alquilaba una máquina de escribir. Titular de su primer entrevista "abuso del copy-paste, ¿y?".
Imágenes para la promoción de un teleteatro argento.

sábado, 8 de marzo de 2008

el teclado que me dieron en este ciber es como la dentadura de una vieja rumana.
Usar el blog como twitter, y nunca caer en la tenación de construir una planta de reciclaje de papel higiénico para sonarse la nariz.
Hacer un libro con los escritos de un blog: está bien. Pero lo interesante sería hacer una novela con los comentarios anónimos.
El ingenio se me acaba rápido o me dura demasiado.