viernes, 29 de abril de 2011

Mi retractación pública y pedido de disculpas



El jueves 3 de marzo, publiqué en este mismo espacio una columna titulada “Arte, provocación y guarradas en la calle”. En ella denostaba a la organización Atrévete/Hollaback! y a su campaña contra el piropo callejero. Leyendo en mi columna “amenazas explícitas de violación”, Atrévete/Hollaback! reaccionó pidiendo que no se me permita seguir escribiendo en esta revista y presionando a sus auspiciantes para que retiraran sus publicidades. Este accionar está muy bien descripto por Mariana Carbajal en una nota titulada “La columna que no fue piropo” publicada recientemente en el diario Página/12. Allí puede leerse que Atrévete/Hollaback! “solicitó el despido y el retiro de los anunciantes de la revista”. Como puede leerse, Mariana Carbajal no me consultó al respecto.
En mi columna critico la validez y pertinencia de las acciones que lleva adelante Atrévete/Hollaback! Y hoy sigo pensando que legalizar el aborto, combatir la trata de blancas y asistir a las mujeres golpeadas, como ya decía en ese momento, es más importante. Mi columna termina con una escena de seducción en la cual digo que me gustaría decirle a Inti María Tidball-Binz, la referente local del Atrévete/Hollaback!, que me gustaría “romperle el argumento a pijazos”. Se trataba de un llamado irónico, un gesto final dentro de lo que en jurisprudencia se conoce como “Animus iocandi”. Estoy seguro que si no hubiera usado ese final escandaloso y guarango, Atrévete/Hollaback! no habría pedido que se callara mi voz y se me despidiera de El Guardián. Estoy seguro de que como feministas que son aceptan las críticas y buscan el bien común.
Los mecanismos de la ironía están en el centro del lenguaje. Un lenguaje fiscalizado y depurado de ironía sería un lenguaje pobre, en el peor sentido de la palabra. La crítica literaria es fundamentalmente irónica. La novela moderna también lo es. Y la mejor ironía de todas es la auto-ironía, base de la autocrítica. En mi caso, puedo dialogar, puedo aceptar que me equivoqué. No soy un fundamentalista ni un autoritario. Veo ahí una virtud relacionada con la frase que Perón recicla de Cicerón: “La fuerza es el derecho de las bestias”. Como alguna vez dijo Simone de Beauvoir: “Mi pasión siempre fue la comunicación”. Por eso presento aquí una retractación detallada, seria, sincera y completa. Me arrepiento de haber usado ese final irónico en mi columna. Hollaback es una organización poderosa, bien coordinada e influyente, y estoy seguro que va a lograr lo que se proponga. Por eso quiero pedirle mi más sincero y primitivo perdón. Inti María Tidball-Binz, te pido disculpas por mi brutalidad y hago extenso ese pedido a cualquier persona que se haya sentido ofendida por mi grosería. Espero que aceptes estas sinceras disculpas y que al aceptarlas Hollaback me permita seguir publicando mis columnas en este medio, que no insista con mi renuncia ni continúen presionando a los anunciantes de esta revista para que dejen de publicitar en ella. Agrego que no creo haber escrito un texto discriminador, sino haber ejemplificado mi punto de vista. Pero uno escribe y el otro es el que lee. Por lo tanto, pido disculpas si esto fue leído como un insulto o una amenaza. No era la intención. Desde mi perspectiva, en esa escena final, no hay amenaza ni insulto, sino una apenas una obscenidad. Pero acepto retractarme públicamente y lamento haber usado esa problemática expresión.
En su novela epistolar Zoo o cartas de no amor, el escritor ruso Víctor Sklovski, exiliado en Berlín, le pide a las autoridades soviéticas que le permitan volver a su patria. La carta, de hecho, va dirigida al VTsIK, el Comité Ejecutivo Central, el más alto poder del estado soviético vigente entre 1917 y 1937. Para hacerlo, cuenta que durante la conquista de la fortaleza de Erzurum, su amigo Zdanevich vio muchos cuerpos de soldados turcos mutilados. Cuando preguntó por qué los habían matado así, le dijeron que los rusos no sabían que los turcos se rendían levantando el brazo derecho y se lo cortaban. El violento malentendido es pertinente. Espero, Inti María Tidball-Binz, que me perdones y aceptes mi disculpa. Levanto entonces mi brazo derecho. No me lo cortes, por favor.
28/04/2011 5:48 PM
Matan a golpes al sobrino de un jugador de Vélez por piropear a una mujer
Un sobrino del ex futbolista Raúl "Pacha" Cardozo fue asesinado a golpes por un hombre que lo atacó porque el joven, de 20 años, había piropeado a su pareja, en un hecho ocurrido en la localidad bonaerense de Rafael Castillo.
Un sobrino del ex futbolista Raúl "Pacha" Cardozo fue asesinado a golpes por un hombre que lo atacó porque el joven, de 20 años, había piropeado a su pareja, en un hecho ocurrido en la localidad bonaerense de Rafael Castillo. Según confirmó la madre de la víctima Brian Asegui, Gregoria Ramírez, el joven falleció ayer a la mañana luego de estar agonizando desde el pasado domingo, donde ingresó en estado de coma al Hospital 21 de Rafael Castillo, y luego fue trasladado a una clínica de González Catán, donde se produjo su deceso.

De acuerdo a lo que relató un amigo de Brian, y ocasionales testigos de la agresión, todo ocurrió el domingo a la mañana frente a la casa de la víctima, ubicada en la intersección de las calles Aguate y Acassuso de Rafael Castillo. Hasta ahí llegó el homicida, acompañado de otro hombre, mientras Brian estaba con su amigo Alan Varela, tras haber ido a bailar.

El agresor increpó a Brian, quien poco antes había piropeado a una mujer que subió al colectivo en el que viajaba y que era la pareja del atacante. En determinado momento el hombre le asestó un duro golpe en la cara de Brian, provocándole la rotura del tabique nasal, y luego siguió dándole una golpiza sin que nadie pudiera detenerlo. Incluso, vecinos de la zona intentaron evitar que el hombre continuara maltratando a Brian, pero éste los amenazó en reiteradas ocasiones.

Después de la paliza se marchó del lugar.

Luego de varios minutos de continuar asestándole golpes al joven, el agresor se marchó del lugar junto a su acompañante. Abregui fue derivado a un hospital de la zona, pero ingresó en estado de coma, como consecuencia de los golpes recibidos, y falleció ayer por la mañana. Según indicó hoy el abogado de la familia, el agresor ya está identificado, se apellida Flores y es conocido como "El Moya", quien suele frecuentar la zona de Rafael Castillo y trabaja en Capital Federal.

La Unidad Funcional de Instrucción número 10 del Departamento Judicial de La Matanza tiene a su cargo la causa, que pasó de "lesiones" a "homicidio". En declaraciones a la prensa, Gregoria Ramírez, la madre de la víctima, dijo que lo único que pide es "justicia" y que continuará tratando de encontrar a la persona que mató a su hijo de manera tan cruel.

jueves, 28 de abril de 2011



Cómo comunicar sobre diversidad y discapacidad

Pautas y términos precisos para informar sin discriminar

Distintos manuales orientan a los comunicadores para enfocar correctamente las noticias relacionadas con discapacidad y género. Un material que a la vez es de interés para lectores, oyentes y televidentes y que señalan los términos que deben utilizarse.
Miercoles 27 de Abril de 2011 Hs.
Dos guías circulan en las redacciones: una elaborada por la Secretaría de Medios de la Nación, en la que se indican pautas de estilo sobre la discapacidad; y otra sobre la identidad de género, realizada por el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) junto a colectivos de diversidad sexual.
De lectura y aplicación obligada para periodistas, estos materiales también tienen valor para lectores, oyentes y televidentes, ya que además de ayudar a aumentar la calidad de las producciones periodísticas, brindan elementos para expresarse adecuadamente también en la vida cotidiana.

DISCAPACIDAD. En el manual con pautas de estilo periodístico elaborado por la Secretaría de Medios de la Nación se enumeran reglas para el tratamiento de la información sobre discapacidad y se proveen elementos científicos y técnicos que ayudan a precisar el lenguaje y el enfoque.
En muchos medios, la discapacidad merece una completa indiferencia y está ausente de las páginas de diarios y revistas. Es común escuchar en una reunión de redacción que “son temas que espantan a los lectores” o que “no le interesan a nadie”. O que “es mejor hablar de cosas lindas”. Además de la actitud discriminatoria que estas posturas conllevan y de la pérdida del valor de construcción solidaria que debe prevalecer en la lógica de los medios, también exhiben el desconocimiento de que existen millones de personas con discapacidad –el 7 por ciento de la población– y que su poder de audiencia se multiplica con sus familiares y allegados. Y que todos somos plausibles de potenciales discapacidades. Por lo que, en realidad, son temas que interesan a mucha gente.
Del otro lado están aquellos medios y periodistas que bregan por desterrar cualquier tipo de discriminación negativa pero en su prédica recaen en una excesiva discriminación positiva. Lejos de lograr sus supuestos objetivos de integración, terminan fortaleciendo las diferencias. Esto sucede porque se parte de una actitud paternalista o benévola hacia las personas con discapacidad que entiende como un gesto de generosidad o una concesión la publicación de información al respecto. Lo que muestra es que no está internalizado que la publicación de información relacionada con la discapacidad no es de ninguna manera una concesión, sino que constituye un derecho.
También están los medios y periodistas que apelan a los golpes bajos –esto sucede mayormente en la televisión– para aumentar el impacto, con imágenes y música dramáticas. Otra práctica relacionada es la que le da un valor superlativo a logros deportivos, sociales, culturales conseguidos por personas con discapacidad. Como diciendo: pese a su discapacidad, increíblemente logró un éxito.
Por último, están los medios que brindan al tema un espacio especial (secciones, suplementos) que si bien es loable, no es correcto que se restrinja la información en un segmento específico. Lo ideal es que se incluya dentro de la trama periodística que se le da al resto de las noticias. Si al buscar un objetivo solidario de integración se configura una especie de corralito informativo, el efecto es contraproducente.

TÉRMINOS. En la guía se recomienda decir “persona con discapacidad” y usar en general una terminología adecuada sin sesgos peyorativos. La clave es no sustantivar adjetivos: no etiquetar a los individuos como “el sordo”, “el ciego” o “el discapacitado” y en su lugar decir “persona sorda”, “persona ciega” o “persona con discapacidad”.
Se insta también a desterrar términos que aún hoy aparecen en los medios, tales como: inválidos, disminuidos visuales, minusválidos y deficientes mentales, entre otros. Incluso, se sugiere no usar la palabra “discapacitado” y reemplazarla por la forma “persona con discapacidad”.
Evitar primeros planos de miembros afectados y recursos como sillas de ruedas, muletas o prótesis cuando no es pertinente para la nota que se está elaborando y no recurrir a la morbosidad ni al sensacionalismo son otros consejos que también se formulan en la guía.

IDENTIDAD. La guía para comunicadores sobre derecho a la identidad elaborada por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) indica que la única manera respetuosa de aludir a las personas trans es respetando su identidad de género, lo mismo que para cualquier individuo.
Esto significa que una persona que se identifica con el género femenino debe ser aludida mediante el género gramatical femenino en sustantivos, adjetivos, artículos y pronombres. Es decir que será “ella”, “la” y “mujer”. Del mismo modo, una persona que se identifica con el género masculino debe ser aludida mediante el género gramatical masculino.
En concordancia, aquella persona a la que le fue asignado el género masculino en su nacimiento pero se identifica con el género femenino, será una “mujer trans”, mientras que quien haya sido asignado al género femenino en su nacimiento pero se identifique con el género masculino será un “hombre trans”.

GLOSARIO. La publicación contiene también un glosario en el que se explica que “trans” es la expresión genérica que engloba a travestis, transexuales y transgéneros; que “transgénero” es la persona cuya identidad y expresión de género no se corresponde necesariamente con el género asignado al nacer, sin que esto implique la necesidad de cirugías de reasignación u otras intervenciones de modificación corporal; y se distingue al transexual del travesti.
Es transexual la persona que construye su identidad de género (sentimientos, actitudes, comportamientos, vestimenta, entre otros aspectos) diferente a la que le fue asignada en su nacimiento.
Y es travesti la persona a la que le fue asignada una identificación sexual masculina al nacer, pero que construye su identidad de género según diferentes expresiones de femineidad, incluyendo en muchos casos modificaciones corporales a partir de prótesis, hormonas o siliconas.
También se habla de “intersexuales”, que son las personas cuyo cuerpo no encuadra dentro de los estándares sexuales ni masculinos ni femeninos que constituyen normativamente la condición sexual promedio y se explica que el término reemplaza a “hermafrodita”, hoy desaconsejado.
Homofobia, lesbofobia y transfobia son definidas en el texto como percepciones o miradas deliberadas individuales, grupales o sociales que expresan una visión intensamente negativa acerca de gays, lesbianas, trans y bisexuales. Y se desaconseja el uso de estas expresiones, ya que tales “fobias” podrían ser interpretadas como una enfermedad, lo que eximiría de responsabilidad a quien discrimina.
“El uso de un lenguaje adecuado es fundamental, en tanto es la herramienta en base a la cual se articulan el mensaje a transmitir, los argumentos y las ideas. Y para la sociedad en general, del uso de las palabras adecuadas depende la actitud de comprensión y respeto hacia los demás que se muestra”, se indica finalmente en la guía.
Luciana Dalmagro

miércoles, 27 de abril de 2011

Juan Manuel Candal toma Hiroshima como excusa y escribe en www.leedor.com sobre mis novelas. Gracias.


lunes, 25 de abril de 2011

Maximiliano Gerscovich en Facebook le responde a esta intervención de Elsa Drucaroff:

Elsa Drucaroff: al poner "Maximiliano Gerscovich" como vocativo al comienzo de tu exposición, efectivamente estas discutiendo conmigo. Lamento, deploro y repudio la comparación que hacés, y sostenés, con el Holocausto y la persecución, tortura, muerte y saqueo a millones de judíos en Europa en el siglo XX. Tu ascendencia judía no te da inmunidad ni intelectual ni moral para semejante disparate, carente de toda validez argumentativa (ya dos personas te mencionaron la ley de Godwin) y absurda en términos fácticos: NINGUNA MUJER MURIÓ POR UN PIROPO, así se trate de la mayor obsenidad proferida por el Homero de la chabacanería. Y por favor no me retruques con el neologismo "femicidio" porque ni Terranova ni nadie en este debate amenazó de muerte a nadie, algo que sí lleva implícita tu infame analogía del jabón. (Acá iría punto aparte pero Zuckerberg no lo permite) No te voy a explicar en este espacio qué significa el sexo anal, remitite a tratados científicos y de divulgación si no lo experimentaste (te adelanto que suele ser una gran fuente de placer para hombres, mujeres, heteros y gays, sólo hay que saber coger, simple, también para eso hay amplio material pedagógigo audiovisual). Lo único que te puedo decir, es que juzgar moralmente a la gente por sus prácticas sexuales, en tu caso lo que describís como "pobre sexualidad masculina", es de mojigatos,retrógrados y conservadores. Interesante también cuando decís: "como mujer tengo derecho a no escuchar los deseos que quienes yo no deseo tienen conmigo". No voy a juzgar qué grado de realidad o fantasía tiene esa hipótesis porque sería poco amable de mi parte, pero sí te puedo decir que se trata de una doctrina jurídica bastante sui generis que tiene sólo dos modos de implementación: o salís con tapones en los oídos a la calle o iniciamos una campaña de terror jacobino, con linchamientos, guillotinados y por qué no empalados en plazas públicas para desalentar a quienes osen proferir alguna forma de deseo sexual referida a tu persona. Es más, podemos instituir el crimen mental, como en "1984", no ya para quienes te digan algo de contenido sexual no aprobado previamente por vos, sino para quienes siquiera se atrevan a pensarlo! (Te das cuenta del alcance de la teoría Godwin ahora?) También quisiera señalar el carácter asquerosamente clasista de la inicativa Hollaback y sus defensores de campus universitario middle class: parecen las damas blancas de la sociedad sureña afligidas por las miradas lascivas de los demonios negros. Pero esto también tiene solución: instaurar un nuevo servicio obligatorio, esta vez no militar sino poético, donde hombres de clase baja y poca instrucción, accederán a poemas de Neruda y lo más selecto del romanticismo francés del siglo XIX, para dejar atrás esas groserías espontáneas y deleitar a las damiselas virginales y pudorosas como Elsa, con églogas de alto vuelo. Por último, lamento decirte que creo que todo este escándalo que hacés, teñido de macarthismo, intolerencia y represión sexual esconde una simple y dura verdad: no tenés el talento, el sentido del humor ni la imaginación para responderle a Terranova en sus propios términos."


domingo, 24 de abril de 2011

"
Yo creo que todo esto, aparte de cualquier desatino causal, es una excelente oportunidad para que el gremio completo abra los ojos y se den cuenta de que la relación publicidad/publicación es simbiótica y no excluyente. Es algo que se ha perdido un poco de vista en estas partes donde el "advertising revenue" tiene precedencia editorial y cualquier ONG tienen el poder de apretar los botones necesarios, en nombre de la corrección política, para dictar el contenido que consideren apropiado. Pero eso no es, hasta donde lo sé, el caso en Sudamérica. Por lo menos no de la forma tan obvia y tan fácil y simple como lo que pasó con el ménage à trois ese entre El Guardián, Hollaback y los patrocinadores. Pero es un principio y uno muy preocupante. Si se deja crecer, el balance editorial se perderá irremediablemente. Yo creo que el primer penal lo metieron el duo Hollaback y los patrocinadores que retiraron su publicidad. Ahora bien, yo creo que el gremio periodístico entero tiene que darse cuenta que hay que tapar el agujero antes que sea imposible de contener la tendencia hacia la ecuación "patrocinador=contenido".
En algún momento van a tener que, en bloque, decirles que sin publicaciones y contenido tampoco hay un medio donde colgar publicidad. Claro, para algo así, tiene que haber una solidaridad gremial a prueba de balas. Todavía no se ha escrito el último capítulo de esta novela. Si por esas cosas, Terranova pierde su trabajo como resultado de presiones foráneas, más allá de cualquier interpretación semántica subjetiva, la oportunidad no puede perderse de demostrar que una mano lava a la otra y ninguna puede lavarse sola. No sé, suena muy utópico, claro, pero es una guerra que les empieza a Uds. Acá la pulseada ya vá para el lado de los patrocinadores porque las publicaciones se bajaron los pantalones hace años. Si por allá se aflojan el cinturón por miedo a repeticiones como la de El Guardián..."

El filósofo y teórico de la web
Luis Andrade desde Estados Unidos.

sábado, 23 de abril de 2011


"Terra no va a violar a Inti María Tidball-Binz. No se lo propone, no lo propuso en su columna, y la denuncia de la delegada de Hollaback en Buenos Aires es una deformación transparente de la irónica expresión de deseos del final de la columna de El Guardián. Una operación cínica, teniendo en cuenta que la acusación de Inti ("Terranova hizo amenazas explícitas de violación") es una mentira evidente. No: la idea era aprovechar la volada, colgarse de la pose provocadora de ese periodista/escritor para devolverle el golpe, como un karateca que utiliza la fuerza de su oponente para derribarlo. Se me ocurre una imagen extremadamente gráfica para ilustrar este caso particular, pero no quiero excederme en el mal gusto.

Ah, por cierto:

Nadie dentro de Atrévete/Hollaback sugiere (ni sugerirá) que el acoso verbal con connotación sexual y la violación son términos intercambiables.


“Soneto al agujero del culo” – Verlaine + Rimbaud


Oscuro y fruncido como un clavel violeta
respira, tímidamente oculto bajo el musgo;
el licor del amor todavía lo humedece
y fluye por el leve declive de las nalgas.

Filamentos parecidos a lágrimas de leche
lloran ante el aciago soplo que los arrastra
a través de guijarros de abonos arcillosos
hacia el declive que los reclamaba.

A menudo mi boca se acopla a su ventosa
y allí mi alma, del coito material envidiosa,
cavó su lagrimal feroz, su nido de sollozos.

Es la argolla extasiada y la flauta mimosa,
tubo por donde baja el celestial confite,
Canaan femenino de humedades nacientes.
"Elsa, yo no creo que haya habido censura, cualquiera puede leer lo que escribió Terranova. Pero no estoy de acuerdo con tu argumento. Si Terranova hubiera escrito “paredón a todos los milicos”, ¿vos también defenderías que se lo censure? Imagino que no, pero ¿por qué no? Grupos como la Asociación de víctimas de la subversión pueden sentirse genuinamente ofendidos y estigmatizados por ese comentario. ¿Quién decide qué se debe censurar y que no, y respondiendo a los intereses de quiénes? ¿Qué pasa cuando no coincidan con las causas que te importan? Si aplicamos el imperativo categórico la idea no resulta. La distinción entre ficción y no ficción tampoco me parece convincente porque justamente en el momento de la frase que discutimos es cuando la nota de Terranova, que viene de una argumentación y discusión de ideas, se parece más a una ficción: cuenta una situación hipotética, imaginaria y, además, en modo potencial: dice que “si se la encontrara en un cóctel le diría que le encantaría romperle.. etc”. Hay una distinción más notoria que la hoy muy porosa entre ficción y no ficción y que se aplica a este caso que es la que divide, digamos, las palabras y las cosas. Yo no creo que todo deba o pueda ser dicho, pero lo que para mí no debe decirse en un medio es lo salta esa frontera y sale del orden del discurso, que se yo: una nota usada para extorsionar o para revelar intimidades de la vida de terceros, en fin, casos que ya están contemplados dentro de la ley. Es cierto que siempre las palabras hacen cosas pero la dimensión performativa de lo que dijo Terranova es el acto de injuriar, no de amenazar con una violación o de convalidar el sometimiento sexual de la mujer. Además, Terranova dice lo que le diría, no lo que le haría, no es una distinción menor. Una injuria debería ser respondida con un argumento, si uno tiene la inclinación de educar, o con otra injuria o con ambas cosas pero una denuncia al INADI por discriminación es una sobreactuación. Creo que uno debe ser responsable por lo que escribe y que a veces hay consecuencias, pero no comparto que las consecuencias para algo que, insisto, queda dentro del discurso, deban ser acciones policiales. No creo que exista la discriminación discursiva, a menos que tenga su correlato en el orden de las cosas. Me parece que cuando pones el femicidio, la violación y la ridiculización en la misma línea, como si fueran parte de lo mismo, estás minimizando el femicidio y la violación. Por otro lado, y ya para terminar, la reducción a la esclavitud es un delito que habitualmente sufren las mujeres. Una de las dos empresas que apoyaron a Hollaback quitando su aviso es Lacoste, que tiene varias denuncias por trabajo esclavo en nuestro país. En Hollaback celebran ese apoyo y no dicen nada de ese delito que entonces convalidan implícitamente y que es un poco más urgente que la causa del piropo. A contradicciones como esa creo que se refiere la ironía de Terranova."

viernes, 22 de abril de 2011

"A partir de esa nota, muchos de los que conocíamos el hecho, pero no la gravedad de las presiones por parte de Hollaback, decidimos redactar una "solicitada" de apoyo a Terranova. El texto es claro: podemos estar o no de acuerdo con sus palabras, pero de ningún modo podemos permitir que una organización internacional, o la entidad que fuera, presione a un medio y a sus anunciantes por las palabras de un escritor."


"Terranova, en ningún momento, dice que va a ir a romperle el culo a pijazos a Inti.
Dice -literalmente- que le encantaría encontrársela en versnisagge, tomar juntos en unas copas y luego, si todo va bien, decirle que le encantaría romperle el culo a pijazos.
O sea: encontrarla, seducirla y proponerle un acto sexual que no puede tener otro calificativo que el de consentido. Porque el potencial con el que está formulada la propuesta habilita -deja abierta la puerta- a que la rechacen. Que le digan que no. Que lo reboten.
En criollo: no se trató de una amenaza (o una incitación) sino de un encare.
Un encare probablemente grosero. Pero un encare al fin.
Vuelvo a preguntar: ¿dónde está la amenaza o la incitación de violación?
Me parece fundamental insistir en este punto porque una gran totalidad de los que firmaron la solicitada de Holliback en la web la firmaron a condición de ese presupuesto: de que Terranova efectivamente había propuesto/amenazado violarla.
Y eso no fue así.
Sin embargo, no importó.
Y "avalada" por esa cantidad equis de gente que firmó su solicitada en otro idioma y bajo un presupuesto falso logró -a través de la ONG- que dos firmas como Lacoste y Fiat retiraran su aviso de la revista hasta tanto no se penalizara a su autor."


"Si me permiten, diré que me da mucha tristeza que la discusión pase por lo del pijazo. Es una discusión superficial e inconducente. De verdad sería interesante que el debate pasase por el contenido del tercer párrafo del artículo.
Por otro lado, lo del pijazo yo lo veo como un ofrecimiento. En el supuesto de que el deseo manifestado por el señor Terranova se hiciera realidad, y tuviera la oportunidad de ofrecer lo que ha dicho que desearía ofrecer, estoy seguro que como ante todo ofrecimiento, la respuesta podría ser sí o no. Entonces, no hay un deseo manifiesto de imponer pijazos, sino la voluntad de ofrecerlos. Yo veo ahí una actitud cívica, democrática, respetuosa y amable. Creo que ese punto no debemos perderlo de vista, más allá de lo que pensemos de los pijazos.
Y me parece lamentable que haya gente que pueda sentir simpatía ante la posibilidad de que, fruto de una acción de ciertos grupos de poder, alguien se quede sin trabajo (más allá de cómo le caiga esa persona a cada uno)."

Santiago Ambao,

jueves, 21 de abril de 2011

¡Qué bien lo dices y qué llano!

- ¿Qué me quiere señor?

- Niña, joderte.

- Dígalo más fino.

- Cabalgarte.

- Dígalo a lo cortés.

- Quiero gozarte.

- Dígamelo a lo bobo.

- Merecerte.

- ¡Mal haya quien lo pide de esa suerte, y tú haces bien, que sabes declararte! Y luego ¿qué harás?

- Arremangarte, y con la pija derecha acometerte.

- Tú sí que gozarás mi paraíso.

- ¿Qué paraíso? Yo tu coño quiero, para meterle dentro mi carajo.

- ¡Qué bien lo dices y qué llano!

- Calla, mi vida, calla, que me muero por culear teniéndote debajo.




Anónimo. España. Siglo XVII.