domingo, 8 de febrero de 2009

En una casa en el desierto de la riqueza Argentina encontré a mi familia y me puse a llorar. La casa tenía las paredes pintadas de colores y el molino giraba y nos daba agua y después fuimos al mar donde las olas hacían anger management pero al toque se ponían a pura rosca porque unos gordos les hacían frente.