martes, 10 de agosto de 2010

"El espionaje, ir a buscar información y robársela a gente que quiere mantenerla secreta, es algo que siento contrario a mi naturaleza. Me es antipático. Lo veo afín a las ONG, que tampoco me gustan, esa manía de los ricos y ociosos de ir a meterse donde no los llaman, entre los pobres o los países subdesarrollados, con la excusa de la ayuda y el humanitarismo. Esa figura moderna que ha florecido bajo la insignia de la solidaridad, el Entrometido, es el avatar actual del espía."


(vía TomasHotel)