viernes, 2 de mayo de 2008

Oliverio Coelho: Vos tuviste demasiadas fantasías sexuales.
Juan Terranova: Seguramente. Los ’90 fueron muy importantes, siempre digo que llegamos a la conciencia en los ’90. Por lo menos yo llegué a la conciencia en los ’90. Antes era como… Hice el secundario, me acuerdo que en el ’89 ganó Menem y entré en primer año. Después hice la carrera y terminé la carrera universitaria en el 2001. Así que hice la primera etapa, la segunda y la Alianza. Todo eso fue como mi formación escolar importante.
Para mí, hablar de los ’90 es hablar del desempleo, básicamente. De refugiarse, de ir a la Facultad de Filosofía y Letras porque no tenía otro lugar a donde ir. Quería estar ahí, pero intenté dejarla varias veces a la facultad. Incluso una vuelta me fui a Europa, y siempre terminaba cayendo ahí porque no había otra cosa. Si hubiera habido una redacción en ese momento, un trabajo, cualquier otras cosa…

Era como un lugar donde uno iba –que no era un lugar agradable, lo sigue siendo: es bastante desagradable– pero había una cosa como lugares del refugio, esa cuestión del desempleo, parque Rivadavia, la facu, las bibliotecas, –¿qué más?–, el rock, mucha música. Entonces en todo hay una cosa muy encapsulada en los ’90. Para mí que tiene que ver con una cosa muy formativa. Había como que se jangoneaba mucho. Quizá también era esa etapa, pero…

Uno buscaba trabajo, no había trabajo de nada. Los universitarios habían quedado reducidos a una especie de idiotas que leían textos que no tenían nada que ver con la realidad, porque leer, el acto de leer era penoso o muy desprestigiado. Escribir, menos. Me acuerdo, había mucha desconexión sobre lo que pasaba en estos subgrupos, ¿no? Parque Rivadavia o la facultad o los historietistas que se juntaban en Parque Rivadavia o los grupos de rock o de jazz que había. En un momento tenían muy poco que ver con lo que pasaba a nivel nacional.

Yo coincido con lo que dice Pablo. En ese sentido que lo que pasaba, lo que se veía, era mucho la revista Gente, Caras. Los ’90. Entonces uno qué hacía frente a eso, a esa lógica liberal del dinero, bueno se recluía y no había participación política. Por ahí en el Frepaso había unos lugares, en un momento. Pero entonces uno se juntaba con esa gente a construirse o autodestruirse según el recital o la biblioteca a la que uno fuera. Entonces tiene como ese aura para mí los 90. Después viene el 2001 y me parece que cambia, yo fui más grande. Bueno, nada. No sé si describe bien. A mí me pasó eso. Una boludez.
[Risas]
Suena medio... Pero es bastante sentido en mi caso.